El cerebro es muy delicado y sus funciones cognitivas se resienten más de lo que nos damos cuenta. No solo le afecta el paso del tiempo, también la ansiedad y las emociones negativas pueden perjudicarlo. Por ello, en ciertos momentos nos vemos más proclives a despistarnos, a olvidar palabras o fechas, así como a padecer problemas de concentración. ¿Cómo mantener la mente entrenada, entonces?
Para evitar que esto suceda, lo mejor es dedicar cierto tiempo a su cuidado. Debemos ocuparnos de nuestra mente del mismo modo que nos preocupamos de nuestra higiene personal. Si no sabes cómo no te preocupes. A continuación, te daremos algunas claves para mantener la mente entrenada y en el mejor estado posible para el día a día.
Sencillos consejos para tener la mente entrenada
1. Pescado azul, frutas y verduras, la combinación ideal
El salmón, la sardina o el atún son ricos en ácidos grasos en concreto en Omega 3. Como sabes, es muy recomendable ingerir alimentos que lo contengan, ya que nuestro cuerpo no lo genera por sí mismo. El Omega 3 potencia la acción de los antioxidantes. Estos son esenciales para evitar el deterioro celular y, por tanto, para mantener las neuronas con la mayor vitalidad posible.
En este sentido, os recomendamos que aumentéis el consumo de fruta y verdura habida cuenta de que estos son la mayor fuente de antioxidantes. Por tanto, la conjunción de dichos elementos favorece que nuestra mente esté en buen estado.
2. Para tener la mente entrenada cambia tus rutas habituales
El automatismo es el enemigo número uno de la mente. Cuando hacemos las cosas sin pensar nuestro cerebro rebaja la atención, de forma que lo acostumbramos a ejecutar acciones usando el menor esfuerzo posible. Esto no es nada bueno.
Como sucede con el resto del cuerpo el resultado es que lo volvemos vago, por lo que es habitual que encontremos dificultades cuando queremos retener información o concentrarnos en algo. Por ello, es aconsejable que varíes tus rutas habituales. Cuando caminamos o conducimos por un lugar que no controlamos del todo, el cerebro se despierta y comienza a ejercitarse.
3. Lee al menos dos libros a la vez
Es cierto que leer es en sí mismo un deporte formidable para la mente. Cualquier género precisa concentración y memoria. De lo contrario, es imposible seguir la trama de una historia o entender un argumento. Pero si leemos más de un libro al mismo tiempo potenciamos estas capacidades. A partir de ese momento no solo hacemos lo necesario para disfrutar de una lectura sino para diferenciar una de la otra.
Además de discriminar el contenido, distinguiremos las características estéticas de los mismos. Todo ello en el entorno de la sensación de bienestar que genera un buen texto. Ten en cuenta que todo lo que produce placer, mejora el funcionamiento de nuestra mente.
4. Meditación
¿Os parece contradictorio con los consejos anteriores? Si es así, pensad en cualquier otro deporte. Tras períodos de una actividad intensa es imprescindible relajar los músculos. La meditación tiene esta función, pero con una particularidad: promueve un momento de autoconciencia plena. Se trata de entrar en uno mismo y liberarse de todo aquello que nos estresa para abrazar lo que nos da paz.
Por muchos ejercicios que hagamos, cuando tenemos el cerebro lleno de cortisol es casi imposible obtener buenos resultados. Por ello, deberíamos dedicar un tiempo al día a deshacernos de él. Con tan solo cinco minutos al día de meditación sería suficiente.
5. Bailar
Ir a clase de baile es una muy buena manera de liberar energía. Además, nos ayuda a entrenar elementos como la psicomotricidad y la coordinación. Pero si en vez de baile espontáneo optamos por la coreografía, estaremos trabajando para mejorar nuestra habilidad de concentración y de memoria.
Quienes nos decidimos por la danza, solemos hacerlo porque nos encanta. Por tanto, volvemos a añadir la felicidad a la experiencia para tener la mente entrenada. Cuestión que, como decíamos, es sinónimo de eficacia. Gracias a estos cinco tips, tendremos la mente en forma y preparada para superar los desafíos del paso del tiempo y del estrés propios de nuestro estilo de vida. Si te animas a probar alguno, ¿nos contarás cómo te sientes?