Si te han comentado que en tu familia tienes antecedentes de problemas con la tiroides, es normal que tengas esto presente –y algunas dudas– cuando experimentas ciertas molestias y síntomas. ¿Cómo puedes saber si tu tiroides está funcionando mal?

Es posible que hayas leído o te hayan comentado que el cansancio, los cambios en la piel, las uñas y el cabello, el aumento o la pérdida de peso sin cambiar los hábitos alimenticios, la irritabilidad y el estreñimiento pueden ser síntomas de que algo no va bien con la glándula tiroidea.

Sí, estos síntomas están relacionados con alteraciones en la tiroides, pero no son determinantes en todos los casos. Veamos más al respecto para que puedas despejar tus dudas.

Más acerca de la tiroides y sus funciones

La tiroides es una glándula con forma de mariposa que se encuentra en el cuello, por delante de la tráquea. Es conocida por ser la encargada de producir las hormonas tiroxina y triyodotironina, así como por su papel a la hora de regular el metabolismo corporal y contribuir con la función de diferentes órganos del cuerpo.

En líneas generales, la tiroides influye en:

La memoria.
El peso corporal.
El nivel de energía.
La fuerza muscular.
La frecuencia cardíaca.
Los niveles de colesterol.
Las condiciones de la piel.
Los procesos hormonales, (como el ciclo menstrual en la mujer, por ejemplo).

El motivo de su importancia es que cada célula del cuerpo depende de las hormonas tiroideas para su crecimiento y desarrollo.

Posibles síntomas de problemas de la tiroides

Si tu tiroides está funcionando mal, no hay un solo síntoma específico que te lo vaya a indicar, sino varios, como los que ya mencionamos anteriormente. Estos, –en conjunto– son los que pueden darte pistas de su posible mal funcionamiento para que vayas al médico a hacerte un chequeo.

Una vez en consulta, después de la revisión, es posible que el médico te diga que debes hacerte unos exámenes de laboratorio para confirmar (o descartar) si tu tiroides está funcionando mal.

Algunas cuestiones que debes tener en cuenta

Es importante que tengas en cuenta que las anomalías tiroideas tienen síntomas en común con otros trastornos (como la ansiedad, por ejemplo), por ello, pueden llegar a confundirse en primera instancia. Sin embargo, con los resultados de los exámenes, el diagnóstico quedará más claro.

La tiroides puede aumentar su tamaño y modificar su estructura. En tales casos recibe el nombre de “bocio” y se presenta a través de un pequeño bulto en el cuello.

Las complicaciones de la glándula tiroides suelen ser asintomáticas en sus primeras etapas. En etapas posteriores, pueden llegar a generar dificultades para tragar, respirar o producir cambios en la voz.

Por otro lado, las alteraciones de funcionamiento más conocidas son el hipertiroidismo y el hipotiroidismo, que pueden venir acompañadas o no del aumento del tamaño de la glándula.

Síntomas del hipotiroidismo

Se han realizado diferentes estudios ya que esta patología es un motivo de consulta muy frecuente, tanto en adolescentes como en personas adultas.

El hipotiroidismo es hasta cuatro veces más frecuente que el hipertiroidismo e implica la disminución de la producción de hormonas tiroideas.

El desequilibrio generado puede derivar en el funcionamiento irregular del cuerpo. Algunos de los síntomas más característicos del hipotiroidismo son los siguientes:

Fatiga.
Somnolencia.
Pérdida de apetito.
Intolerancia al frío.
Retención de líquidos.
Presión sanguínea elevada.
Piel fría, seca, áspera y rugosa.
Dificultad para concentrarse.
Habla y movimientos más lentos.
Cabello más fino o más grueso y seco.
Irregularidades en el ciclo menstrual.
Dolores musculares y de articulaciones.
Aumento de peso (entre 2 y 4 kilos, producto de la retención de líquidos).

En el caso de que tengas hipotiroidismo debes mantener una dieta equilibrada y variada que contenga alimentos de todos los grupos, especialmente aquellos ricos en fibra y pobres en grasas. Asimismo, también se recomienda aumentar la actividad física diaria.

Síntomas del hipertiroidismo

El hipertiroidismo es otro de los problemas que pueden presentar las tiroides. A diferencia del hipotiroidismo, en este trastorno el cuerpo produce mayor cantidad de hormonas tiroideas de las necesarias, lo cual genera un incremento de la tasa metabólica corporal.

Dentro de los síntomas más frecuentes encontramos:

Ansiedad.
Insomnio.
Temblores.
Debilidad muscular.
Problemas de visión.
Sensibilidad al calor.
Irregularidad menstrual.
Cabello fino y quebradizo.
Aumento de la sudoración.
Frecuentes evacuaciones intestinales.
Aumento del apetito y pérdida de peso.
Aumento de la frecuencia cardíaca (palpitaciones) y de la presión sanguínea.

En el caso de que tengas hipertiroidismo debes mantener una dieta equilibrada y a la vez muy energética.

¿Crees que tu tiroides está funcionando mal? Consulta con tu médico

Si sospechas que tu tiroides está funcionando mal, no le des largas al asunto y en cuanto puedas, acude a tu médico para que te realice las pruebas pertinentes y te derive al especialista.

Ten en cuenta que en caso de que sí tengas un problema en la tiroides, cuanto antes recibas el diagnóstico, mejor, porque podrás iniciar el tratamiento adecuado y así sentirte mejor.