China aprobó de manera condicional el uso doméstico de un medicamento para tratar COVID-19 en pacientes infectados, habitualmente usado en tratamientos contra el VIH.
La Administración Nacional de Productos Médicos (NMPA) autorizó la utilización de las pastillas de Azvudine como una nueva opción de tratamiento para adultos por vía oral contra el coronavirus.
Las personas que padecen COVID-19 de “tipo normal”, considerada en China como aquella en donde hay signos de neumonía aunque los pacientes no hayan llegado a una etapa grave, son las que se verán beneficiadas con esta decisión según el comunicado de la NMPA.
La medida de los reguladores amplía el uso de esta medicina de la farmacéutica china Genuine Biotech, que fue aprobada en julio del año pasado para tratar a las personas infectadas con el virus del VIH.
El gigante asiático, aferrado a una estricta política de “cero covid dinámico” que descarta convivir con el virus, busca aumentar la disponibilidad de vacunas y tratamientos efectivos contra el coronavirus.
Las medidas adoptadas por esta política tienen como objetivo eliminar todos los brotes, por pequeños que sean, y se ayudan en pruebas masivas y cuarentenas estrictas, con el caso más serio ilustrado por el confinamiento de la megalópolis de Shanghái (26 millones de habitantes) durante más de dos meses.
Además de incalculables pérdidas económicas, estas duras medidas han provocado también por primera vez muestras visibles de irritación y descontento en la población, que hasta ahora había apoyado mayoritariamente esta política gubernamental.
La Comisión Nacional de Sanidad de China cifra en 228 mil 798 los contagios durante toda la pandemia y en 5 mil 226 las muertes, aunque estas cifras no incluyen los miles de casos asintomáticos registrados en los últimos meses.