Como por arte de magia, puedes cambiar el color de las flores y darles un aspecto más llamativo. Este experimento aplica principalmente para las especies de tonos blancos o claros y se vale del uso de pigmentos artificiales o naturales.

¿Por qué transformarías los ejemplares? Modificar la coloración original de una especie vegetal es una actividad entretenida y educativa, por lo que puedes compartirla con los niños.

Todos aprenden y se divierten contemplando los pocos pasos que le dan otra cara a las flores. Te enseñamos a lograrlo.

¿Es posible cambiar el color de las flores?

De acuerdo con la revista Ecosistemas, los pigmentos en las plantas comprenden clorofila, carotenoides, flavonoides y betalaínas, responsables de los colores vegetativos en las flores. El primero proporciona los verdes; los segundos generan amarillo, naranja y rojo; mientras que los dos últimos suponen más diversidad, como azul, púrpura y rosa.

Los pétalos blancos se deben a la falta de pigmentación.

Si bien la naturaleza tiene definida la función de estos pigmentos, las adulteraciones en la tonalidad de las flores son posibles a través del principio de capilaridad. La Fundación del Agua lo explica como la manera en que los vegetales absorben agua y otras sustancias por medio de la raíz, transportándolas hacia la parte superior por vasos conductores.

Este fenómeno físico impulsa la subida del líquido, de manera que, si es mezclado con colorante, llega al tope y altera el color. Suena complicado, pero llevémoslo a la práctica para entenderlo mejor.

Método con hortalizas y frutas para cambiar el color de las flores

Si usas frutas y verduras propicias una transformación natural en el color de las flores. Con la remolacha consigues magenta, las zanahorias tiñen de naranja, el rojo lo obtienes de las fresas o cerezas, el verde de las espinacas y el morado de las moras.

Lo que debes hacer es elegir uno de tales ingredientes y prepararlo para variar el blanco con otros tonos. A continuación, ejecuta los siguientes pasos.

¡Ojo! Si trabajarás con niños, mantén la supervisión constante en todas las fases del proyecto.

1. Hervir

Limpia y lleva a una olla la fruta o la hortaliza elegida. Hierve por 15 minutos, para que el agua comience a colorearse con los componentes naturales. Es recomendable quitar las conchas y picar en trozos pequeños, para que la cocción tarde menos.

2. Batir

Según la fruta seleccionada, quita el hueso. Lleva la pulpa a la licuadora y activa el proceso agregando el agua que usaste para hervir.

3. Graduar

Pasa el batido a un envase amplio. Si consideras que necesita un poco más de agua, échale hasta graduar el tono que buscas.

4. Filtrar

Pon un colador o cedazo en la boca de un jarrón de cristal o un vaso para filtrar el batido y que no queden grumos. Lo siguiente es introducir las flores en este envase.

5. Pigmentar

La última fase del proyecto consiste en esperar que los vasos conductores del tallo absorban por capilaridad la solución frutal o de verduras. Así, ganarán otro color. Una vez que se produce la transformación, puedes pasar las flores a un frasco con agua limpia y exhibir los nuevos tonos.

Otra forma de cambiar el color de las flores

La manera más fácil de cambiar el color a una flor con capilaridad, es llenando un vaso con agua tibia, añadiendo 20 gotas de colorante alimentario. Al sumergir los tallos, corta la parte inferior del esqueje, para que ascienda el agua coloreada.

El proceso suele tardar unas horas. Incluso, algunas flores requieren hasta un día para modificar su pigmentación. Disfrutas más del efecto ejecutando el experimento en un vaso de vidrio, ya que aparte de los pétalos pintados, contemplas el agua coloreada.

Como en el método que implica ingredientes naturales, al generarse el cambio de color, retira el líquido del experimento y proporciona a las flores un agua limpia y fresca. Si deseas, añades un poco de azúcar o un toque de vodka, con el propósito de que los ejemplares no se marchiten tan rápido.

Cuando apelas a mezclar varios colorantes artificiales, es posible que resulten tonos oscuros y bastante originales.
¿Tiene alguna consecuencia para las flores cambiar su tono?
Alterar la tonalidad de los pétalos de una flor no supone afectaciones para la planta, siempre que emplees colorantes comestibles o elementos naturales, sin tóxicos. En otros casos, el tallo haría las veces de filtro, impidiendo el paso de toxinas. Pero como en este escenario está cortado, no dispone de un depurador y los pigmentos suben sin problemas.

Algunas personas pintan las flores con aerosoles diseñados exclusivamente para teñir vegetales. Si prefieres esta alternativa, consulta en las floristerías cuál sería el adecuado según la especie y sigue las instrucciones del fabricante. Así, el proceso no acarrea efectos nocivos ni para ti ni para la flor.