Los soplos cardÃacos se originan por vibraciones causadas por turbulencias en el flujo sanguÃneo al pasar por el corazón y los grandes vasos. En otras palabras, son sonidos que aparecen durante el ciclo de latidos del corazón que produce el flujo de sangre turbulento en el corazón o cerca del mismo. Esos sonidos de los soplos cardÃacos se pueden escuchar con un estetoscopio.
Además, esta alteración puede darse en el nacimiento o a lo largo de la vida. En el caso en el que se desarrollen en el nacimiento, se denominan soplos cardÃacos congénitos. Hay que tener claro que los soplos no son ninguna enfermedad, pero hay que controlarlos porque pueden favorecer la aparición de un problema cardÃaco no diagnosticado.
CaracterÃsticas
Las caracterÃsticas de los soplos se deben precisar teniendo en cuenta su intensidad, frecuencia sonora, área de localización en el tórax y localización en el ciclo cardÃaco, es decir, si se producen durante la sÃstole o la diástole.
Además, el grado de intensidad del soplo está determinado por el volumen de sangre responsable de la turbulencia en el flujo sanguÃneo o del gradiente tensional que causa dicha turbulencia. Es importante saber que el grado del soplo no se relaciona necesariamente con la gravedad de la lesión cardÃaca.
Clasificación
La clasificación más utilizada fue introducida por Levine en el año 1933. Este profesional se basó en la intensidad, término explicado anteriormente, para poder clasificar esta alteración cardÃaca. Según Levine, existen 6 grados de soplos cardÃacos según sean más o menos intensos:
Grado 1: se trata de los soplos suaves, que son difÃciles de oÃr. Para poder escucharlos se requiere auscultar varios ciclos cardÃacos del paciente.
Grado 2: son soplos suaves, pero que son fáciles de auscultar.
Grado 3: son moderados, no acompañados de frémito, es decir, de vibraciones palpables en la pared torácica procedentes del paso de la sangre.
Grado 4: son soplos intensos que sà van acompañados por frémito.
Grado 5: se trata de soplos muy intensos. Se pueden escuchar solamente con el contacto del borde del estetoscopio sobre el tórax.
Grado 6: son soplos tan intensos que pueden oÃrse sin ni siquiera apoyar el fonendo sobre la pared torácica.
Otra clasificación de los soplos cardÃacos
A parte de la clasificación según el grado de intensidad, también se pueden agrupar basándose en las otras caracterÃsticas que presentan los soplos cardÃacos. Si tenemos en cuenta la duración del mismo, lo clasificaremos en diastólico o sistólico.
Basándonos en la forma, pueden ser contantes, crecientes, decrecientes o una mezcla de estos dos últimos. En cuanto a su localización, hace referencia al lugar donde el soplo tiene su mayor intensidad. Por tanto, existen 6 puntos de auscultación en la cara anterior del tórax para identificar un soplo:
En el segundo espacio intercostal derecho.
Del segundo al quinto espacio intercostal izquierdo.
En el quinto espacio intercostal en lÃnea medioclavicular izquierdo.
También se pueden clasificar los soplos basándose en su irradiación. Esta caracterÃstica hace referencia hacia donde se irradia el soplo. Normalmente, suele dirigirse en dirección al flujo de la sangre. Por último, según su tono, puede ser bajo o alto. Y en cuanto a la calidad, es una caracterÃstica especial que puede tener cada soplo, es decir que sea musical, soplante o en rodad, entre otras.
Tratamiento de los soplos cardÃacos
Normalmente los soplos cardÃacos son inocuos, por ello, no suelen necesitar tratamiento. Algunas veces se requieren unas pruebas de seguimiento para asegurarse de que no sean una causa de un trastorno cardÃaco grave no diagnosticado.
En el caso de necesidad, el tratamiento estará orientado a tratar la causa del soplo. Por ejemplo, si los soplos funcionales están producidos por una enfermedad como la fiebre o el hipertiroidismo, estos desaparecerán una vez se trate la afección.
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Algunas veces las causas de los soplos cardÃacos no se pueden tratar solo con medicamentos y hay que recurrir a la cirugÃa. Según la afección, el médico puede recomendar una de estas opciones para tratar una válvula dañada o perforada:
Anuloplastia.
CirugÃa a corazón abierto.
Valvuloplastia con globo.
Reparación del soporte estructural.
Reparación de las valvas de una válvula.
En cualquier caso, y ante la sospecha de tener soplos cardÃacos, lo más aconsejable es acudir al médico de inmediato. Él valorará el problema y determinara cómo tratarlo de la forma más adecuada.