Si queremos conseguir unos labios más suaves y protegidos sabemos que la hidratación, tanto interna como externa, es fundamental. Además también es conveniente exfoliarlos para retirar las pieles muertas.

1. Usa labial hidratante

Se consiguen en las farmacias, perfumerías (y tiendas similares) y contienen ingredientes muy buenos para reducir la sequedad como, por ejemplo, aceites esenciales o vaselina.

2. Bebe mucha agua

Si quieres tener unos labios suaves es fundamental que se mantengan humectados. Además de los labiales externos deberás hidratar el cuerpo “por dentro”. Y, para ello, no hay nada mejor que beber una buena cantidad de agua a diario.

3. Exfolia

Quizás te parezca algo extraño leer que debes exfoliar tus labios si están resecos porque consideras que se irritarán aún más.

Sin embargo, este tratamiento sirve para quitar las células muertas acumuladas y permitir una recuperación completa de la piel.

4. No comas alimentos salados

Aunque no lo creas, los aperitivos o comidas muy saladas son malos para la salud de tus labios.

Esto se debe a que la sal se queda “pegada” en la piel y absorbe el poco agua que se ha almacenado cuando están resecos.

5. Protégelos del clima

En invierno debemos tener mucho cuidado del viento, las bajas temperaturas y hasta de la nieve. Todos estos elementos pueden dañar la piel de los labios.

6. No te lamas o muerdas

  • En primer lugar, si los estás lamiendo constantemente, la saliva resecará el área y además eliminará la capa de bálsamo natural que la protege.

Quedan también descartados los labiales con sabores, ya que incitan a lamernos.

  • Tampoco es bueno que muerdas los labios, porque la presión de los dientes daña la tan delicada piel.
  • Te aconsejamos además que no la pellizques cuando aparecen estas “telas” o descamación, ya que ralentizarás el proceso de cicatrización, podrás provocar sangrado y mayor irritación.

7. Humecta con aceites

Si no quieres usar labiales comprados en una tienda no hay problema, porque puedes recurrir a los aceites y disfrutar de todas sus bondades hidratantes.

Por ejemplo los de oliva o almendras son recomendables y muy fáciles de conseguir.