¿Se puede evitar un infarto? Los expertos afirman que 80% de los eventos cerebrovasculares mejor conocidos como “infartos” se pueden prevenir. Normalmente, estos suceden cuando se obstruye el flujo de sangre a una parte del cerebro como los coágulos y se les llama ‘accidentes cerebrovasculares isquémicos’. Un 10% de ellos son causados por sangrados en este órgano y se les llama ‘accidentes cerebrovasculares o infartos hemorrágicos’.

Si bien, la edad avanzada y la genética pueden ser factores que te hagan propenso a padecer un infarto, la realidad es que el hecho de prevenir su ocurrencia tiene que ver con que tengas hábitos saludables.

La Harvard Medical School te da 7 consejos para disminuir los factores de riesgo de estos y que puedas evitar un infarto, o disminuir el riesgo de padecerlos.

Disminuye tu presión arterial
La presión alta es tan mala que aumenta de 2 hasta 4 veces tu riesgo a padecer un infarto seas hombre o mujer. Si ya sabes que la tienes alta, debes monitorearla constantemente. Tu objetivo sería mantenerla o controlarla por debajo de 120/80; sin embargo, tu médico deberá indicarte si esto aplica para ti o de plano, si la manejas demasiado alta, puede que se te indique una medición más alta del rango de lo que se considera normal. Un ejemplo, tal vez con ajuste y más apropiado sería 140/90.

Para lograr lo anterior, deberás consumir menos de 1,500 mg de sal al día (cerca de media cucharadita máximo), evitar productos de origen animal altos en colesterol, comer de 4 a 5 porciones de fruta y verdura día y con la inclusión de carbohidratos complejos, ejercitarte por lo menos 30 minutos al día y frenar el tabaquismo.

Pierde peso
La obesidad tiene como complicación la presión alta y esta, es la principal causante de los infartos. Bajar de peso tan solo 5 kilos e incluso perder aún más, tendrá un impacto real y muy positivo en tu riesgo a padecerlo. Lo ideal sería que estés en un índice de masa corporal (IMC) entre 18.5 y 24.9 kg/m2, pero si esto no es posible, con ayuda de un profesional de la nutrición deberás establecer una meta de peso más realista.

Como sea, Harvard te sugiere no comer más de 1500 a 2000 calorías al día (dependiendo de tu nivel de actividad física y tu IMC actual) y comenzar a gastar energía (para la quema de calorías) a través de la actividad física, lo que implica moverte más.

Ejercítate más
El ejercicio (aunque en extremo puede llevarte a sufrir un infarto) en sí te ayudará a perder peso y también a regular tu presión arterial. Entonces si lo haces, independientemente de lo anterior, tendrás un factor a favor de la disminución del riesgo a padecer un infarto. La recomendación de los expertos es hacer por lo menos 150 minutos de actividad física a la semana, lo que representaría 30 minutos a intensidad moderada unos 5 días.

Guía de mercados
¿Ideas para lograrlo? Toma una caminata diaria cada mañana después del desayuno, inscríbete al gimnasio con tu novia o amigos, cuando entrenes quédate en la intensidad del esfuerzo moderado, es decir, cuando se te hace difícil respirar pero aún puedes hablar y busca la forma de moverte más en las actividades más rutinarias. Si no tienes tiempo para hacer ejercicio la media hora seguida, divídelo en pequeñas sesiones de entrenamiento o hazte un HIIT o una rutina de entrenamiento por intervalos.

Bebe con moderación
Un consumo moderado de una copa de alcohol al día está permitido. Ya dos aumentará tu riesgo considerablemente para el infarto. Si sabes que tiene antecedentes familiares o si eres mayor, si es posible, evítalo. Pero si decides beberlo, escoge como primera opción una copa de vino tinto, ya que algunos estudios muestran que esta puede ayudar a prevenir la enfermedad cardiovascular o los accidentes cerebrovasculares (se cree que el vino tinto incluso ayuda a mantenerte joven). Y ya por último, cuida la porción de tu trago: una porción de vino son 5 onzas (150 ml), de cerveza 12 onzas (360 ml) y de algún otro licor 1.5 onzas (45 ml).

Trata la fibrilación auricular
Esta condición es una forma de latido cardiaco irregular que hace que se formen coágulos en el corazón y estos pueden ser bombeados hasta el cerebro y producir un derrame cerebral. Esta aumenta hasta 5 veces el riesgo de un accidente cerebrovascular por lo cual, debe tomarse muy en serio, asistir con el médico a revisión y ya él te prescribirá el mejor tratamiento.

Cuida tu diabetes
El azúcar elevada en sangre terminará por dañar tus vasos sanguíneos con el tiempo, haciendo que se formen coágulos de sangre en el interior de ellos. Es por ello que si padeces diabetes esta deberá estar controlada y al igual que la presión, esta institución tan reconocida te recomienda que monitorees tus niveles e implementes acciones saludables de alimentación y de estilo de vida como el ejercicio. Además, no omitas ni olvides tomar tus medicamentos en tiempo y forma.

Deja de fumar
Fumar es de los factores que aceleran más la formación de coágulos y lo hace de distintas formas. Espesa la sangre y aumenta la acumulación de placas en las arterias. El frenar tu tabaquismo será uno de los actos más poderosos que disminuirá tu riesgo significativamente de un infarto de cualquier tipo. Así no pares de intentarlo, recuerda que muchos lo intentan varias o muchas veces antes de ser exitosos con esta meta. Puedes pedir consejo a tu médico o bien, buscar herramientas que te ayuden a dejarlo como las pastillas, los parches de nicotina o hasta la terapia.