Canadá es uno de esos destinos que siempre está en la mente de todos para visitar alguna vez en la vida.

De las estampas bucólicas a nivel natural hasta ciudades con una población más que educada, todo atrae de este país que tiene frontera con Estados Unidos y el Círculo Polar Ártico.

Sin duda, un contraste que permite disfrutar de muchos tipos de turismo que cumplen con las expectativas de muchos tipos de viajeros pero, ¿cuáles son las verdaderas razones por las que un viaje a Canadá siempre será una buena idea?

Antes de empezar con las razones, en sí mismas, habrá que hablar de los requisitos para llegar hasta allí desde México.

En primer lugar, es necesario saber que, desde que la Covid19 llegó a ser pandemia, hay una serie de requisitos en este sentido que habrá que cumplir, empezando por la pauta de vacunación, imprescindible para que no haya problemas en los accesos a numerosos países.

En el caso de Canadá, desde el 28 de febrero no solo solicitan la pauta para la que es necesario saber cómo tramitar la ArriveCan, aplicación gratuita gestionada por el gobierno canadiense en el que se carga el comprobante de vacunación, sino que también pueden realizar algunos controles aleatorios con pruebas en los vuelos de pasajeros que aterrizan en cualquiera de sus aeropuertos.

Dicho esto, que es un requisito adicional a los tradicionales en la frontera, será necesario también tramitar la llamada eTA (autorización electrónica de viaje), llevar el pasaporte mexicano en vigor y, como recomendación puesto que los requisitos de acceso pueden cambiar dependiendo del momento, revisar cuáles son con las embajadas o consulados.

Ahora sí, es el momento de ver por qué viajar a Canadá se convierte en un plan más que apetecible.

 5 razones para viajar a Canadá

  1. Canadá siempre encabeza los rankings de calidad de vida y de felicidad de sus ciudadanos. La forma de gestión política que tienen permite a sus ciudadanos decir que están satisfechos con aspectos como la economía, educación o sanidad, pero también con el empleo o el acceso a la alimentación. Con una tasa de desempleo de poco más del 5%, cifra que ha ido además en descenso en los últimos años, se considera uno de los países perfectos para plantearse ir a trabajar ya que necesita de mano de obra cualificada extranjera para cubrir puestos de trabajo en tiempo récord.
  2. Sus grandes ciudades: desde la capital, Ottawa, pasando por Vancouver, Montreal, Victoria, Toronto o Calgary, la belleza de su arquitectura y de la zona más financiera de cada ciudad llama la atención a todo el que le da una oportunidad. Parte de lo que más atrae tiene que ver con la diversidad de nacionalidades que conviven en sus oficinas y calles, algo que llama poderosamente la atención a quien se fija. La capacidad de muchas de ellas de adaptarse a los climas externos es uno de sus grandes potenciales, pero, sobre todo, lo es un tipo de urbanismo que, más que a las ciudades norteamericanas, recuerda a las europeas, con un toque francés que no deja indiferente a nadie.
  3. Sus zonas naturales son, sin duda, una de las razones de más peso. Desde las cataratas del Niágara desde su lado canadiense o la más grande de Norteamérica, la Catarata Virginia, pasando por el Parque Provincial de Dinosaurios con más de 500 especímenes encontrados en los últimos años en el área o por cualquiera de los grandes lagos y montañas que tiene su orografía, merecen la pena. Basta dedicar unos 10-15 días a descubrir este tipo de enclaves para enamorarse del país y no querer marcharse.
  4. El deporte es uno de los grandes atractivos para quienes deciden viajar a Canadá sin olvidarse de sus rutinas. Las zonas para hacer running, las posibilidades en invierno para esquiar en algunas de las pistas más espectaculares de Norteamérica, las posibilidades de los deportes acuáticos con el surf a la cabeza, pero sin olvidar la pesca, la caza, las rutas en mountain bike o el piragüismo, entre otros, hacen de este destino el perfecto para los más activos y quienes quieren ponerse a prueba.
  5. El ártico canadiense es un enclave tan único que merece un viaje solo para disfrutar de él. Sus comunidades, fiordos, glaciares y témpanos dejan a quien los experimenta sin palabras por la belleza salvaje que proyectan. Uno de los rincones más extremos del planeta, junto con la posibilidad de disfrutar de cerca Groenlandia, permiten a los más aventureros disfrutar de una experiencia de travesías marinas y de la isla de Baffin, la quinta isla más grande del mundo desde donde disfrutar del Estrecho Davis.

Por si cinco fueran pocas, qué decir de su gastronomía, llena de contrastes, de la amabilidad de sus gentes, de la originalidad de sus museos y de la acogida que brindan al visitante extranjero. Todo un destino único por descubrir a tan solo un vuelo de distancia.