Tener un clóset ordenado te va a dar paz mental, además de que va a evitar que tu ropa esté siempre arrugada y que tengas el problema de nunca saber qué ponerte porque ni siquiera sabes qué es lo que tienes, y también te ayudará a deshacerte de todas esas cosas que ya no te quedan, que pasaron de moda y que no han visto la luz del sol en años.

Tu clóset no es una bodega, no es un lugar para esconder todo lo que no tiene lugar o para olvidarte de la existencia de objetos perdidos o que te arrepientes de haber comprado, debe ser un lugar limpio y bien organizado que te ayuda a vestirse rápidamente todas las mañanas y a proteger tu ropa para que dure más tiempo.

Y ya lo dijo Marie Kondo, un clóset desordenado te puede provocar estrés y ansiedad, puede “comerse” a tu camiseta favorita y hacerte creer que perdiste los jeans que mejor te quedan así que hay que hacer una limpieza cada cierto tiempo y asegurarte de eliminar todo el exceso de prendas, zapatos y accesorios que ya no te hacen feliz.

No se trata de ponerte a tirar todo a la basura como un loco, sino de analizar cuáles son las cosas que realmente usas, qué puedes donar, qué se puede arreglar y a qué necesitas decirle adiós de una vez por todas.

Clóset ordenado: ¿qué es lo que debes eliminar?
Tendencias obsoletas
La moda es cíclica y hay cosas que vuelven, pero hay otras que son muy específicas de una temporada o momento, y que se dejan de usar solo unos meses después. Esas son las primeras prendas que debes eliminar, ya que pueden hacer que te veas anticuado y quitan espacio para agregar los básicos esenciales que nunca pasan de moda y que puedes usar para siempre.

Debes analizar si la ropa que tienes es atemporal o si es algo que nunca más vas a volver a ponerte porque el mundo ya está en otras cosas más interesantes e innovadoras.

Lo muy viejo
Hay una gran diferencia entre vintage y viejo, lo vintage es clásico, se ve mejor con el paso de los años y le da un toque retro a tu clóset, la ropa vieja solo se ve gastada, agujereada, descolorida y sin forma, pueden ser suéteres con las mangas estiradas, jeans con agujeros en los lugares incorrectos o zapatos son las suelas destruidas, y todo eso tiene que irse a la basura.

Siempre puedes guardar una camiseta vieja para dormir, pero no son prendas que se vayan a ver bien si las usas fuera de casa.

Lo que ya no te queda
¿Bajaste o subiste mucho de peso y cambiaste de talla? Entonces necesitas comprar ropa nueva que se ajuste a tu cuerpo, ya que mantener ropa que no te queda puede hacer que te sientas presionado o estresado para recuperar el peso que tenías antes. La ropa muy grande o muy pequeña nunca se va a ver bien, así que necesitas despedirte de eso para que puedas agregar nuevas prendas que realmente te favorezcan y se sientan bien.

Lo roto
Lentes sin patas, corbatas con agujeros, camisas con el cuello destrozado o accesorios que perdieron partes. Algunas cosas se pueden arreglar, pero eso no pasa con todas y eso significa que es momento de hacer un cambio, tirando lo que ya no sirve y reemplazando esas cosas por otras que funcionen bien y que estén en perfectas condiciones.

Zapatos incómodos
Hay que aceptarlo, es probable que no te vayas a poner un par de zapatos que siempre hace que te duelan los pies o que te llenes de ampollas, no importa que sean las botas más cool en tu colección. Usar zapatos incómodos es una tortura y no debes hacerlo, así que si tienes algunos que te dejen adolorido, es mejor decirles adiós e ir a comprar unos nuevos en los que puedas caminar sin problemas.

Las compras por impulso
¿Todavía tienes camisas con las etiquetas de la tienda puestas o un abrigo súper llamativo que te encantó pero nunca te pones? Eso también debe irse, no tiene ningún sentido tener prendas que no cumplen un propósito, que no combinan con nada de lo que tienes en tu clóset y que solo ocupan espacio.