Son buenas para tu salud. Te aportan vitaminas, minerales y mucha agua. Son ligeras. Ayudan a tu digestión. Hasta previenen enfermedades. Pero también podrían hacerte daño si no haces un consumo responsable de ellas.
A continuación te hablamos de un tema que quizá no sea tan familiar para ti, porque lo que siempre nos dicen de estos alimentos es que son perfectos. Lo son de una forma, pero tú puedes ayudar a que verdaderamente sean inocuos. Si sigues al pie de la letra todas las recomendaciones, seguro que no te enfermas por comerlos.
Retira las últimas hojas de las lechugas
Recuerda que gran parte de los vegetales que compras en el súper o en el mercado crecieron en el suelo. Es importante que los laves perfectamente por esa razón. De hecho, lo más recomendable es que a productos como lechugas, espinacas, nabos y coliflores les quites las primeras hojas, las más externas. Así puedes estar casi seguro que su posterior desinfección será un completo éxito.
Desinfecta con cloro, no con detergente
Regla de oro. Entendemos que quieras comer todo súper limpio, pero créenos: el detergente no es buena opción. Por supuesto que dejará impecables tus verduras, pero quizá les deje un saborcillo desagradable. El cloro es perfecto para los mismos fines. Desinfecta perfectamente, pero al mismo tiempo su sabor y olor no son perceptibles.
Otra cosa: no laves con agua lo que ya metiste al cloro. De esa forma estarías de nuevo agregándole bacterias a tus verduras.
Sabemos que tienes hambre, pero ten paciencia
Cuando tenemos hambre todos queremos comernos lo primero que se nos ponga enfrente. En el caso de las verduras y demás hortalizas tómate tu tiempo. Es absolutamente necesario que las desinfectes antes de llevártelas a la boca: así evitarás enfermedades, especialmente salmonela y dolores de estómago que no necesitas en tu vida. Comer vegetales es increíble, pero hazlo bien.
Procura comer ingredientes de temporada
Si lo haces conseguirás sabores más intensos, pero también te asegurarás que muchos de los ingredientes que consumas no fueron crecidos a la fuerza, usando aditivos químicos. Comer vegetales de temporada es bueno para tu placer, salud y para millones de agricultores que cultivan con buenas prácticas.
Evita la contaminación cruzada en tus alimentos
La contaminación cruzada es un término que se usa en gastronomía para denominar al hecho de combinar ingredientes que no deberían ir juntos y que, de hecho, podrían generar bacterias o toxinas cuando se les mezcla y no se tiene la suficiente precaución.
Lo más recomendable es que, si cortas verduras, lo hagas en una tabla especial. Por lo mismo, la carne roja y blanca debe trabajarse en otra. Si no tienes muchas tablas disponibles no te preocupes. Lo que sí debes hacer es utilizar al menos dos cuchillos distintos cuando cocines. Uno para verduras, otro para carnes.