¿No entiendes por qué no creces en el trabajo? La respuesta podría estar en una serie de razones, malos hábitos y errores que cometes sin darte cuenta o sin saber que son factores de peso que pueden convertirse en obstáculos en tu camino.
Nadie busca un trabajo pensando que se va a quedar en ese mismo lugar toda la vida, todos buscan tener algún tipo de crecimiento (incluso si eso no significa que quieran ser el CEO de la compañía) y no conseguir eso puede hacer que se pierda la motivación, la satisfacción y hasta la productividad.
La idea es conseguir algo mejor con el tiempo, ya sea un mejor sueldo, una promoción, más beneficios o más responsabilidades, esto porque los nuevos retos nos mantienen activos mentalmente y evitan que terminemos aburridos o haciendo las cosas de manera repetitiva y sin pensarlo, el problema es que hay algunas cosas (incluyendo hábitos que pueden ser muy tóxicos) que pueden estar haciendo que te quedes estancado o que llevan a tu jefe a considerar a todos los demás antes de pensar en ti, y eso no es bueno.
Harvard Business Review y LinkedIn han hablado con expertos sobre el tema de no crecer en el trabajo y cuáles son algunas de las causas por las que esto puede suceder, y encontraron algunas que son más comunes de lo que aparentan y que pueden ser un gran problema si no se corrigen.
Por qué no creces en el trabajo: las 4 razones más comunes, según expertos
Tu trabajo no te gusta
Gugu Khazi, una consultora de talento y executive coach escribió en el blog de LinkedIn que, cuando tienes un trabajo que no te gusta, esto puede llevar a que pierdas el interés en las cosas que estás haciendo, y eso frena el crecimiento, debido a que no las haces bien o terminas haciendo lo mínimo indispensable.
No quiere decir que tengas que renunciar a tu trabajo y buscar algo que te guste más (en especial si es un momento de crisis y conseguir otro trabajo no es fácil), sino que debes encontrar algo que te guste de lo que haces y una forma de motivarte a ti mismo, esto en lo que encuentras una mejor opción que se ajuste a lo que te gusta y necesitas.
No hay retroalimentación
De acuerdo con Ascend, de Harvard Business Review, tener retroalimentación constructiva es esencial para crecer, ya que esto puede ayudarte a descubrir ciertas áreas de oportunidad o detalles en los que debes trabajar.
La retroalimentación también puede ayudarte a saber qué te falta, cuáles son tus fortalezas y debilidades y qué es lo que tu jefe espera ver de ti para poder darte una promoción o nuevas responsabilidades dentro del trabajo. Además de que puedes saber cómo te perciben dentro de la empresa y si consideran que eres una persona clave o indispensable (y puede ayudarte a descubrir qué es lo que necesitas trabajar más).
El trabajo te queda chico
Khazi también explicó en LinkedIn que, cuando tienes un trabajo que no es desafiante, donde ya aprendiste todo lo que hay que aprender y que ya no es un reto ni te presenta la oportunidad de enfrentar nuevos retos, entonces eso pone un alto al crecimiento, ya que no hay hacia donde moverte.
Si esto te pasa, es importante que busques algo más, ya sea oportunidades de colaborar en otras áreas de tu misma compañía, más responsabilidades, oportunidades de ser un mentor para otros o incluso que consideres un cambio que te permita seguir avanzando.
No hay oportunidades de crecimiento
Harvard Business Review dice que “la mayoría de las organizaciones medianas y grandes se basan en una jerarquía de trabajos que muestran la progresión profesional para diferentes ocupaciones. Por ejemplo, un equipo de marketing puede tener varios niveles”. Estos niveles son los que te van a permitir tener oportunidades de crecimiento.
Si no hay niveles, o ya estás en el más alto, entonces es probable que ya no puedas crecer más, así que tienes varias opciones, conformarte, buscar un cambio de carrera o trabajo, o crear tus propias oportunidades, ya sea buscando nuevos proyectos, proponiendo ideas o, como dice Khazi, siendo un mentor para otros.