En Juárez, Nuevo León, los pequeños del Kínder Inocencio Colunga Medrano, tienen que tomar sus clases a la intemperie ya que sus aulas están mal puestas, no tienen luz ni agua y no tienen suficiente espacio.
Los padres de familia hicieron un llamado a la Secretaría de Educación, pero no obtuvieron una buena respuesta. Al parecer, los padres son los que tuvieron que organizar todo y las autoridades les mandaron dos aulas móviles en muy mal estado.
“No hay baños, dónde van a hacer, no hay sillas no hay mesas, lo poquito que hay es lo que los papás han donado para que los niños puedan recibir sus clases, hay niños que están afuera porque nos falta un aula, están mal puestas, no hay luz, no hay nada, simplemente el espacio”, comentó una de las madres de familia.
Por el momento, los pequeños tienen que tomar las clases en el exterior y los padres de familia y maestros tienen que acudir todos los días a hacer la limpieza de las aulas móviles que utilizan algunos de los niños.