La presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, adelantó que la reforma electoral que se discutirá en el próximo periodo ordinario será abordada con detenimiento, en un proceso comparado con la profundidad de las recientes reformas judiciales.

Castillo señaló que la iniciativa no será tramitada bajo procedimientos acelerados y que se prevé un análisis minucioso de cada uno de sus componentes, con el objetivo de garantizar un consenso amplio entre las distintas fuerzas políticas.

La legisladora calificó la reforma como “el plato fuerte” de las sesiones que arrancarán en febrero, subrayando su relevancia para la modernización del sistema electoral y el fortalecimiento de la confianza ciudadana en los procesos democráticos.

Entre los puntos que se esperan debatir se encuentran cambios en la estructura de los órganos electorales, la regulación de financiamiento de partidos y mecanismos de transparencia en las campañas políticas.

Castillo enfatizó que el Senado está comprometido con un proceso deliberativo riguroso que permita equilibrar las distintas perspectivas, evitando decisiones apresuradas y garantizando un impacto duradero en la gobernabilidad y la participación ciudadana.