El pasado mes de febrero, cuando la situación alcanzó extremos, el Gobierno de Nuevo León se vio obligado a emitir un comunicado con recomendaciones para promover el cuidado del agua.

Las primeras señales de la crisis que hoy embarga a la Sultana del Norte se dejaron ver desde 2021 cuando las presas de La Boca y Cerro Prieto no alcanzarán el nivel necesario para abastecer a los regios.

Este mismo asciende a los 16 mil litros por segundo.

Por si fuera poco, en días pasados, García declaró que a él “no le toca resolver el asunto del agua”, pues de acuerdo con el mandatario, esa es responsabilidad única y exclusiva de la Conagua.