El presidente de EE.UU., Joe Biden; el de México, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, condenaron los “ataques” a diferentes “instituciones democráticas” de Brasil por parte de seguidores radicales del expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
“Apoyamos a Brasil y la defensa de sus instituciones democráticas”, dijeron los tres mandatarios en un comunicado conjunto en la víspera de la Cumbre de Líderes de América del Norte que los reunirá en Ciudad de México.
Biden, López Obrador y Trudeau condenaron “los ataques del 8 de enero a la democracia de Brasil y al traspaso pacífico del poder” y cerraron filas con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
“Nuestros Gobiernos apoyan la libre voluntad del pueblo de Brasil. Esperamos trabajar con el presidente Lula en favor de nuestros países, el hemisferio occidental y más allá”, dijeron los líderes norteamericanos.
El asalto al Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema solo se resolvió después de varias horas de desconcierto, cuando agentes antidisturbios cargaron y lanzaron gases lacrimógenos contra los exaltados que estaban dentro y fuera de las edificaciones.
Esos grupos radicales de extrema derecha desconocen la victoria en las urnas de Lula, que asumió el poder el pasado 1 de enero, y han venido exigiendo desde entonces una “intervención” militar que devuelva al poder a Bolsonaro.
El mandatario progresista acusó en la víspera al ahora exgobernante, quien actualmente se encuentra en Estados Unidos sin previsión de vuelta a Brasil, de “estimular” el asalto a los tres poderes, que duró unas cuatro horas y media hasta que las fuerzas de seguridad recuperaron el control de los edificios públicos.
Bolsonaro, capitán retirado del Ejército y nostálgico de la dictadura brasileña (1964-1985), rechazó las acusaciones del actual jefe de Estado y reprobó la violenta invasión y los graves destrozos de sus simpatizantes en la plaza de los Tres Poderes de Brasilia.