El Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Transporte (DOT), anunció la revocación de permisos para 13 rutas aéreas operadas por aerolíneas mexicanas, principalmente desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
La decisión afecta a Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, compañías que mantenían vuelos regulares o proyectados hacia ciudades como Houston, McAllen, Nueva York, Chicago, Dallas, Denver, Los Ángeles, Miami y Orlando, entre otras.
De acuerdo con el comunicado oficial del DOT, la medida responde a un incumplimiento del Acuerdo de Transporte Aéreo entre México y Estados Unidos de 2015, al considerar que el gobierno mexicano ha limitado de manera injustificada las operaciones de aerolíneas estadounidenses en territorio nacional.
El gobierno norteamericano señala, entre otras razones, las restricciones de horarios (“slots”) en el AICM y la obligación impuesta a aerolíneas de carga estadounidenses de trasladar sus operaciones al AIFA, lo que —según Washington— viola los principios de competencia justa y reciprocidad establecidos en el acuerdo bilateral.
La revocación incluye también la suspensión provisional de vuelos combinados de pasajeros y carga (“belly cargo”) entre ambos países, una decisión que podría impactar las cadenas logísticas y el movimiento de mercancías ligeras.
En México, las aerolíneas afectadas informaron que están evaluando las rutas comprometidas y ofrecerán alternativas a los pasajeros que ya contaban con boletos emitidos. Aeroméxico y Volaris manifestaron su disposición a colaborar con las autoridades de ambos países para restablecer las rutas cuanto antes.
Analistas del sector aeronáutico consideran que esta resolución representa un duro golpe al desarrollo internacional del AIFA, justo cuando el aeropuerto comenzaba a consolidar su presencia en el mercado estadounidense.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) no ha emitido una postura oficial, aunque fuentes del sector anticipan que México buscará diálogo diplomático para revertir la decisión y preservar los acuerdos de conectividad aérea entre ambas naciones.