El Poder del Consumidor (EPC) lanzó una alerta sobre los posibles riesgos para la salud asociados al consumo frecuente de Tajín, el popular condimento mexicano. Aunque es famoso por dar sabor a frutas, botanas y bebidas, su composición incluye ingredientes que, en exceso, pueden afectar seriamente tu salud.
Entre los ingredientes del Tajín se encuentra el dióxido de silicio, un compuesto que se utiliza como antiaglutinante para evitar que el polvo se apelmace.
Si bien se considera seguro en pequeñas cantidades, estudios han demostrado que su consumo prolongado o en dosis elevadas puede provocar toxicidad aguda, afectando principalmente los pulmones y el sistema nervioso.
Algunos de los efectos del dióxido de silicio en el organismo son, entre otros, silicosis: enfermedad pulmonar causada por la acumulación de partículas que generan cicatrices en los alvéolos; dificultad para respirar y menor oxigenación de la sangre; afectaciones neuronales y alteraciones en las mitocondrias, que son clave para la producción de energía en las células.
El problema del sodio en el Tajín
Uno de los mayores riesgos del Tajín es su altísimo contenido de sodio. De acuerdo con EPC, una cucharadita de 5 gramos contiene 968 mg de sodio, lo que representa:
48% del sodio máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para un adulto; 64% del límite diario para un niño.
El consumo excesivo de sodio está relacionado con presión arterial alta (hipertensión); endurecimiento de las arterias; mayor riesgo de infartos, embolias y accidentes cerebrovasculares.
Además, el Tajín porta el sello “exceso de sodio” según la Norma Oficial Mexicana NOM-051, pero su diseño de empaque puede dificultar que el consumidor lo note