Según el congreso, el campo está en una situación crítica, ya que entre el 2021 y 2022 dejaron de sembrar seis millones de hectáreas de tierra agrícola, se incrementó el precio de los fertilizantes y agroquímicos un 30%, las importaciones de granos básicos crecieron y la dependencia alimentaria ya ronda el 50%.
Sin mencionar que la sequía retrasó las siembras del ciclo agrícola primavera – verano y se han afectado los aspectos económicos derivados de la pandemia y de la guerra en Ucrania. Ante esta situación están demandando más presupuesto para el avance de la dependencia alimentaria.
Mencionan que necesitan un aumento del 13%, para que pase de 365 mil 700 millones a 413 mil 405 millones a fin de recuperar su valor perdido por la inflación y por las actividades que el gobierno ha dejado de apoyar.
Detalló que la propuesta es que el gobierno federal destine nuevamente recursos a aseguramiento y financiamiento rural; precios de garantía para productos básicos y estratégicos; desarrollo de zonas áridas;apoyo a la mujer rural y a la población rural sin tierra;desarrollo de capacidades y fertilizantes.