La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró la conclusión de la huelga en la mina de Cananea y aseguró que el acuerdo alcanzado representa una victoria para los trabajadores, las comunidades y los colectivos que mantuvieron la lucha durante casi dos décadas.
En conferencia matutina desde Palacio Nacional, la mandataria subrayó que el cierre del conflicto —tras 18 años— es un paso “muy importante” y afirmó que los términos pactados resultan benéficos para las comunidades de la región, al tiempo que fortalecen las demandas históricas del sector minero.
Sheinbaum recordó que el proceso de negociación con Grupo México no se limita al conflicto laboral. Señaló que existe una mesa de trabajo abierta para exigir el cumplimiento de compromisos derivados del derrame tóxico en el río Sonora, ocurrido el 6 de agosto de 2014, cuyos efectos —dijo— siguen sin atenderse plenamente.
Entre los pendientes, enumeró tareas inconclusas como la limpieza integral del río, la construcción de una clínica, la instalación de sistemas de medición ambiental y otras obras reclamadas por las comunidades afectadas. “Hay muchas cosas que se quedaron a la mitad”, puntualizó.
Aunque la huelga no estaba directamente vinculada al desastre ambiental, la presidenta reconoció que el conflicto laboral se convirtió en un factor adicional de presión en la relación con la empresa. En ese contexto, destacó el papel de la Secretaría de Gobernación, encabezada por Rosa Icela Rodríguez, en la conducción del diálogo.
Finalmente, Sheinbaum enfatizó que la prioridad del gobierno es que los acuerdos se cumplan íntegramente y que las comunidades reciban las reparaciones y beneficios prometidos, cerrando un capítulo que marcó a Cananea por casi dos décadas.