La prohibición del gobierno mexicano sobre la importación de maíz transgénico provocaría un aumento en el costo del maíz que no está genéticamente modificado de hasta 48%, afectando los niveles de inflación, la actividad económica y la seguridad alimentaria en Norteamérica, advirtió un informe de la firma de consultoría agrícola World Perspectives Inc.

El incremento en el costo del cereal se registraría durante el primer año, a partir de la entrada en vigor de la medida impulsada por el gobierno de México y, aún después de 10 años, el aumento en el precio del maíz sería hasta 19% superior.

Este efecto está asociado a la insuficiencia en la producción de maíz en México, lo que a su vez provocaría que las importaciones que realice el país a partir del inicio de la restricción serían más elevados.

“En el primer año de la prohibición, los precios del maíz no transgénico aumentarían un 48 % a 8,14 dólares por bushel y México pagaría 571 millones de pesos adicionales por el maíz importado (28,6 millones de dólares)”, indica el estudio de la firma de consultoría agrícola.

Si bien el gobierno de México planea aplazar la medida un año más, hasta 2025, con la intención de suavizar la transición, los efectos que causaría la prohibición afectarían toda la cadena productiva de alimentos básicos, productos derivados del maíz, miles de alimentos procesados y sobre todo a los consumidores finales.

En busca de una solución a esta problemática, el pasado 16 de diciembre, una delegación del gobierno de México viajó a Washington, Estados Unidos, -ya que de este país proviene la mayoría del maíz que México importa- en busca de un acuerdo que beneficie a ambas naciones. Se prevé que se llegue a un acuerdo en enero de 2023.

Mientras tanto, prevalece la incertidumbre para los agricultores norteamericanos y para la industria alimentaria de ambos países, ya que una vez que se apruebe el decreto las consecuencias serían catastróficas.