Tamaulipas se convertirá al mismo tiempo en Semana Santa en un detonante en sentidos opuestos, al pronosticarse una derrama financiera superior a los mil millones de pesos y convertirse sus playas y otras zonas de recreo durante ese lapso en un posible foco de contagios de Covid, al esperarse la visita de 750 mil paseantes en todos sus atractivos naturales.

El Secretario de Turismo en el Estado, Fernando Olivera Rocha, aseguró que la temporada vacacional dejará un efecto positivo en la economía de la Entidad, pero, sin mencionarlo, dejó abierta la posibilidad de un problema de salud al dar a conocer que Tamaulipas no condicionará la entrada a sus paseos, y en especial a sus costas, a la presentación de pruebas Covid.

“No es una obligación que presenten prueba Covid. Salud lo recomienda y, pues, bueno, es una recomendación, sin duda que es favorable, pero no es una obligación”, precisó el funcionario.

Olivera Rocha dio por hecho que la gente va a llegar a vacacionar a Tamaulipas: “Por supuesto que los turistas van a llegar, pero no tenemos restricciones; si bien es una recomendación de Salud, no existe en ningún Periódico Oficial del Estado el cambio de las condiciones de acceso. Si existiese esa recomendación en el Periódico Oficial del Estado la tendríamos que acatar”, agregó.

A cambio, destacó que las estrategias a aplicarse son los mismos protocolos que ha recomendado el Comité Estatal de Seguridad en Salud, acatados desde agosto en la apertura de la primera playa, que son la sana distancia, uso de cubrebocas, aforo controlado en las playas minimizando el número de personas en ellas y, gracias a eso, recalcó, esperan no haya contagios.

En el caso específico de playa Miramar indicó que el aforo permitido será máximo de 20 mil personas en ocho secciones, cada una con 2 mil 500 visitantes.

Al hablar de las expectativas para Tamaulipas, Olivera Rocha confirmó que los 750 mil visitantes esperados se sumarían en las seis playas, parques naturales y centros recreativos del Estado.