La Auditoría Superior del Estado (ASE) se vio obligada a realizar un esfuerzo inusual de fiscalización al revisar casi 800 cuentas públicas en un periodo corto, como consecuencia de un rezago acumulado de varios ejercicios fiscales, reconoció el auditor, Francisco Noriega Orozco.

El titular del órgano fiscalizador explicó que, en condiciones normales, la ASE analiza alrededor de 195 cuentas públicas por año.

Sin embargo, al integrarse de manera simultánea los ejercicios correspondientes a 2021, 2022, 2023 y 2024, la carga de trabajo prácticamente se cuadruplicó, una situación que no se había presentado en años recientes.

“En el tiempo en el que normalmente se revisa un solo ejercicio fiscal, tuvimos que atender cuatro de manera paralela”, detalló Noriega Orozco, al señalar que este escenario representó un desgaste significativo para el personal auditor.

El auditor superior precisó que uno de los casos más complejos fue el correspondiente a la cuenta pública 2022, en la que se suspendió la dictaminación de 179 informes por instrucción del Poder Legislativo.

En ese proceso, añadió, también se detectó que no se había realizado la revisión de la Ley de Disciplina Financiera.

Asimismo, informó que en la primera entrega de informes de ese ejercicio, presentada durante el presente año, se incluyeron 76 revisiones.

De ellas, 29 no cumplieron con los criterios establecidos, mientras que 47 obtuvieron dictámenes favorables, lo que muestra avances en la fiscalización, aunque persisten pendientes que deberán ser atendidos.