La vulnerabilidad en que se encuentran los menores migrantes es absoluta, llegando al grado de no tener identidad y en consecuencia los mínimos derechos como son la educación, la salud y la seguridad, expone la Diputada federal, Olga Juliana Elizondo Guerra.
La legisladora tamaulipeca, argumenta que por lo anterior es un apremio que las niñas, niños y adolescentes que nacieron en los Estados Unidos siendo hijos de padres mexicanos tengan seguridad jurídica, lo que les impide gozar de los derechos más elementales.
Explica que la carencia de documentos oficiales que avalen su nacionalidad una vez que son deportados y regresan a sus lugares de origen son un impedimento para su desarrollo en todos los sentidos.
La propuesta legislativa de la Diputada esta sustentada en la constitución por lo que deben ser protegidos sin burocratismo a fin de que puedan tener acceso a la escuela, así como a los servicios de salud; sin que se tome como impedimento en no tener una acta de nacimiento o el CURP.
Fundamenta su propuesta en los datos estadísticos que se tienen a nivel internacional, en donde se expone que por lo menos anualmente hay casi nueve mil menores que sin compañía de un adulto llegaron a los Estados Unidos y fueron repatriados.
Resalta la importancia de que los menores tengan seguridad jurídica ya que son más propicios a sufrir violencia de todo tipo, incluyendo la institucional:
“El estado debe de darles su acta de nacimiento porque de esta forma se les garantiza atenciones elementales y no son dejados a la deriva como actualmente puede suceder”.
Agrega que su propuesta legislativa va encaminada a regular la situación migratoria de los menores que al ser deportados se enfrentan a una vulnerabilidad extrema.