Ante la estela de daños emocionales que la pandemia por el COVID-19 a dejado en niños y adolescentes es un apremio que se implemente un plan psicológico para los alumnos que pudieron verse afectados por el confinamiento y la muerte de un ser querido derivados de la COVID-19.

La Diputada Patricia Pimentel, expone que la pandemia ha puesto de manifiesto la innegable necesidad de contar con personas especializadas en psicología en los centros

escolares:

“La atención de los problemas de salud mentales provocados por la situación

global epidemiológica se acentúa al estar cerradas las escuelas e instituciones de

enseñanza”.

Lo anterior, constituye un impacto negativo en las consecuencias psicológicas de la niñez y la adolescencia, principalmente, en virtud de que la pandemia ha ocasionado diversos cambios en las relaciones familiares y sociales, lo cual puede resultar incomprensible y dañino para ellos.

Apunta que hasta el momento ha sido mínima la participación de los psicólogos educativos en el trabajo mental de las niñas, niños y adolescentes, por tal motivo, resulta necesario que, una vez que se reanuden la impartición de la educación de manera presencial, se cuente con lineamientos específicos de carácter psicológico que ayuden a las y los estudiantes a recuperar su paz emocional:

“Y no solamente se dan daños emocionales provocados por la afectación de la salud de un familiar o la pérdida de un ser querido, existen otros factores que también impactan de manera negativa en la vida de la comunidad estudiantil, como lo es la brecha digital y la imposibilidad de seguir las clases virtuales por carecer de recursos para ello”.

Además, a causa del confinamiento, la violencia familiar se presentó más frecuente en el hogar, siendo una situación límite que degradan la salud mental de las y los alumnos que la viven.

De tal forma, que el impacto de la pandemia que nos aqueja va a terminar por provocar daños aun incalculables en la salud mental de las personas, por lo que es claramente necesaria la presencia de psicólogos que ayuden en el proceso de sanación de las personas que sufren algún trastorno a causa del nuevo coronavirus.

Esto, a todas luces, afecta la conducta y la estabilidad emocional de las personas, provocando con ello depresión, estrés, ansiedad, y otros trastornos que acarrean desmotivación al momento de realizar sus clases en línea.

Por lo anteriormente expuesto, considera necesario que la Secretarías de Educación y de Salud del Estado, a fin de que diseñen e implementen un lineamiento especializado y apropiado de atención a la salud mental, y en su caso, recuperación psicosocial de niñas, niños y adolescentes, ante las afectaciones que al respecto les haya ocasionado el confinamiento y las pérdidas experimentadas derivadas de la pandemia provocada por la Covid-19.