TAMPICO.- Retos que hacen jóvenes por moda como el desaparecerse 24 horas no es más que producto del ocio en el que caen los estudiantes al estar en periodo vacacional por lo que llaman a los padres de familia a supervisar lo que sus hijos ven en la computadora, declaró David Hernández Muñiz, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia del sur de Tamaulipas.
Dijo que tiene documentados tres casos de jóvenes que desaparecieron por 48 horas, obedeciendo al reto de Tik Tok, Snapchat y Facebook de perderse por dos días sin tener contacto con sus padres y familiares lo que llevó a la FGJ realizar pesquisas para dar con su paradero.
David Hernández Muñiz mencionó que han hecho un llamado a todos los padres de familia para que estén al pendiente de hijos para que conozcan con quien están hablando o con quien están inclusivo en redes sociales, conocer a sus amigos.
“No han sido muchos casos, han sonado tres en medios pero a la unión no han llegado, ahorita se ha acrecentado estas bromas por la época de vacaciones, los niños y jóvenes están más ociosos y se les ocurre hacer estas cosas, hay que ver qué páginas están visitando, mantener una vigilancia constante”, declaró.
Detalló que como padres deben estar al pendiente, revisando cada paso que hacen sus hijos en su computadora o tableta, para saber qué contenidos están consumiendo para que cuando llegue a pasar una situación de riesgo o emergencia por este reto de perderse por 48 horas sin tener contacto alguno con sus padres o familiares, saber cómo actuar.
“Si los papás ven algo raro en la conducta de sus hijos lo consulten con ellos y si es algo más fuerte trátar de hacer la denuncia con la policía cibernética que hay en cada uno de los munición para que les den la orientación a través del número 911”, explicó.
Hernández Muñiz, recomendó hablar de frente con sus hijos porque estas bromas son cuestión de juego y de presentarse en su familia esta falsa alarma además de movilizar a las dependencias de seguridad, pues está la angustia total hacia los padres porque piensan lo más terrible que pueda pasar y no se vale, finalmente hay que dialogar con los hijos desde corta edad y que este tipo de juegos no es válido para nadie.