Los males relacionados con el corazón están a la orden del día, de enero a la fecha un total de 5, 850 personas han requerido atención clínica a consecuencia de la hipertensión arterial, enfermedad isquémica del corazón y accidentes cerebrovasculares.

A través del Boletín epidemiológico nacional que se da a conocer cada semana por la Secretaria de Salud federal, se expone que los casos de hipertensión arterial llegan ya a 5, 055 casos; en tanto que los casos de la enfermedad isquémica del corazón ya son 404 afectados y 391 personas han presentado casos de enfermedad cerebrovascular.

De acuerdo a fuentes institucionales el riesgo de enfermedades del corazón sube a medida que se envejece. Los hombres de 45 años o más y las mujeres de 55 años o más tienen un mayor riesgo.

En el caso de la presión arterial alta (hipertensión) es un importante factor de riesgo para las enfermedades del corazón. Es importante que la presión arterial sea revisada regularmente, al menos una vez al año para la mayoría de los adultos, y más a menudo si tiene presión arterial alta.

La isquemia miocárdica ocurre cuando el flujo sanguíneo al corazón se reduce, lo que impide que el músculo cardíaco reciba suficiente oxígeno. La reducción del flujo sanguíneo generalmente se produce debido a una obstrucción parcial o total de las arterias del corazón (arterias coronarias).

Así mismo se expone que un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Algunas veces, se denomina “ataque cerebral”. Si el flujo sanguíneo se detiene por más de pocos segundos, el cerebro no puede recibir nutrientes y oxígeno.

Se hace referencia a que las enfermedades cerebrovasculares; aproximadamente 85% de estas enfermedades son isquémicas y ocurren cuando las arterias que llevan sangre al cerebro se hacen angostas o se bloquean, causando una disminución severa o interrupción del flujo sanguíneo, conocida como isquemia.

La enfermedad cardíaca es una de las principales causas de muerte, pero no es inevitable. Aunque no se pueden cambiar algunos factores de riesgo como los antecedentes familiares, el sexo o la edad, hay muchas maneras de reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, resaltando el dejar de fumar, actividad física, dieta saludable, controlar el peso y controlar el estrés, entre otras.