Tras los hechos ocurridos en el Cetis 78, donde una riña entre alumnos derivó en daños al plantel y la suspensión indefinida de 19 estudiantes, la Procuraduría para la Defensa del Menor y la Mujer de Altamira lleva a cabo un proceso de evaluación integral que prioriza la atención psicológica, familiar y social de los involucrados.
Francisca Arteaga, titular del área, explicó que el análisis se realiza de manera individual, con el propósito de comprender las circunstancias de cada adolescente antes de determinar su posible reincorporación al plantel.
“Antes de juzgar, debemos entender su contexto. No se trata de castigar, sino de reconstruir y prevenir”, enfatizó la funcionaria.
El plan contempla terapias psicológicas, acompañamiento familiar y seguimiento constante en coordinación con la dirección del plantel, con el objetivo de garantizar la seguridad y bienestar de toda la comunidad educativa.
Arteaga subrayó que no existe un plazo definido para la conclusión del proceso, ya que cada joven será evaluado de acuerdo con su propio avance emocional y familiar.
 
			