El Frente Estatal de Productores Agropecuarios de Tamaulipas señala que funcionarios de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) estarían coludidos con importadores y acaparadores, afectando directamente al sector agrícola nacional.

Guillermo Aguilar Flores, presidente del FEPAT advirtió que miles de campesinos están al borde del colapso económico debido a la falta de apoyos federales, los altos costos de producción, el desplome en los precios del grano y, sobre todo, la presencia de coyotaje dentro de la propia SADER.

“Este ha sido el peor año de la historia para los productores de sorgo en Tamaulipas. La mayoría no obtuvo utilidad alguna y muchos están en riesgo de abandonar la actividad agrícola”, afirmó Aguilar Flores.

Señaló que, pese a las abundantes lluvias que podrían beneficiar la siembra, la situación económica es insostenible. Los productores han tenido que vender su grano a precios que rondan los 3,600 a 3,800 pesos por tonelada, muy por debajo del precio justo.

“Estamos exigiendo un apoyo compensatorio para alcanzar los 6,000 pesos por tonelada, porque hoy se nos paga a precios que teníamos hace más de 20 años, necesitamos que por cada tonelada vendida a 3,800 pesos se bonifiquen al menos 2,200 pesos para cubrir costos y sobrevivir.”

El Frente, que agrupa a más de 33 mil productores del norte del estado, se reunirá con autoridades estatales y federales en las próximas horas.

“Hoy los intermediarios ya no son solo particulares, sino que hay funcionarios inmiscuidos. Están coludidos con importadores y corporativos para dejar fuera al productor nacional,” denunció.

De no haber un avance sustancial, advirtieron que comenzarán acciones de presión como bloqueos de carreteras y puentes “La gente ya está desesperada. Estamos tratando de evitar los cierres, pero si no hay solución, será inevitable,” advirtió el dirigente.

Aguilar también denunció la importación masiva de granos de Estados Unidos a precios subsidiados, lo que desplaza a la producción nacional “Nos está invadiendo con granos baratos porque China dejó de comprarles. Aquí no hay control, no hay protección al productor mexicano,” apuntó.