La reaparición en el año entrante de la sequía extrema en el Estado ya es una abierta amenaza, al ubicarse casi el 20 por ciento de Tamaulipas, según la Comisión Nacional del Agua, cerca de vivir una emergencia especialmente en el área productiva y en menor medida en las zonas urbanas.

En este escenario, el reporte más cercano del Monitor de Sequía de México liberado apenas el 30 de noviembre pasado, revela que la crisis se ha agudizado ante la carencia de lluvias en la franja fronteriza y la costa norte.

De acuerdo al informe, la esperanza de humedad por los frentes fríos 15, 16 y 17 no se hicieron realidad e inclusive se acentó la falta del recurso, dado que la temporada de ciclones de este año no dejó beneficios hídricos a esa región, castigada por la sequía por varios años.

La alarma ya es generalizada en la región norte, pero ahora se ha tornado más preocupante al avanzar hacia el Valle de San Fernando, se desprende del reporte. Las cifras oficiales de la Comisión Nacional del Agua arrojan cifras que podrían ser aún más perjudiciales:

En ese sentido, los porcentajes que marca la CNA establecen un 15.0% del Estado bajo sequía moderada, pero el efecto progresivo indica que un 3.6% ya ha escalado a sequía severa, mientras un 10.4% se mantiene en condiciones anormalmente secas.

Las cifras arrojan que el 71.0% de la entidad se reporta sin afectación, pero en una visión global la lectura es que de los 43 municipios, 10 ya presentan condiciones de sequía, en las categorías de D1 a D4, lo que eleva el porcentaje de afectación al 23.3% de las alcaldías.

Por último, en la cuenca del Río Bravo la sequía ya ha alcanzado niveles de sequía extrema, entre el norte de Chihuahua y el norte de Coahuila y sequía excepcional en un 0.4%, lo que deja claro que la región norte y el Valle de San Fernando enfrentan un cierre de año crítico, que podría llevar a esa región al nivel de desastre.