Transportistas de la región manifestaron su expectativa de que, antes de concluir el año, se concrete un incremento en la tarifa del transporte urbano colectivo, ante el encarecimiento de los costos operativos.

José Luis Vázquez, representante de diversas rutas del transporte público en la ciudad, informó que se han establecido mesas de diálogo con las autoridades, destacando la apertura mostrada por la Subsecretaría del Transporte, a cargo de Armando Núñez Montelongo, para atender las inquietudes del sector.

Actualmente, la tarifa vigente es de 9 pesos para estudiantes y adultos mayores, y 11 pesos para el público general.

Los concesionarios señalan que un aumento de un peso o más permitiría compensar el alza en gastos de mantenimiento, refacciones y combustible, además de generar condiciones para mejorar el servicio. Advierten que muchas rutas operan con márgenes insuficientes, lo que limita su capacidad de cubrir gastos básicos y renovar unidades.

El planteamiento se da en un contexto nacional donde otras entidades han realizado ajustes similares. En la Ciudad de México, por ejemplo, se autorizó recientemente un aumento de 1.50 pesos en rutas y corredores del transporte concesionado.

Especialistas coinciden en que estas revisiones responden a la inflación y al impacto del incremento en los insumos del sector, factores que presionan las finanzas de los transportistas.

Entre los usuarios locales —principalmente estudiantes, adultos mayores y trabajadores— el posible aumento genera preocupación, pues temen que el ajuste no se vea reflejado en una mejora sustancial del servicio.

Para que la solicitud avance, serían necesarios nuevos acuerdos con autoridades municipales y estatales, además de una revisión de concesiones y una eventual reestructuración tarifaria que preserve las tarifas preferenciales.