El municipio de Altamira se unió en un emotivo homenaje para despedir al Lic. Juan Adrián Olvera Tavera, quien tras su deceso deja un legado de trabajo y dedicación a su comunidad. El homenaje de cuerpo presente se llevó a cabo en la explanada de la Presidencia Municipal, donde autoridades locales y ciudadanos rindieron un homenaje póstumo a quien fuera un incansable impulsor de obras de gran trascendencia para la ciudad.

El homenaje, encabezado por autoridades municipales, incluyó una guardia de honor frente al ayuntamiento, con palabras de reconocimiento a su labor. Durante el acto, el alcalde de Altamira, Dr. Armando Martínez Manríquez, expresó su pesar y recordó con emoción la huella que Olvera Tavera dejó en la ciudad.

“Hoy nos unimos para despedir a nuestro querido amigo y hermano Adrián Olvera Tavera. Su vida estuvo marcada por su gran corazón, su entrega y su incansable labor humanista. Su legado vivirá siempre en quienes tuvimos el privilegio de conocerlo. Descansa en paz”, expresó el mandatario local.

El alcalde también propuso que el Museo de la Ciudad, un proyecto en el que Adrián estaba trabajando, lleve su nombre como reconocimiento a su dedicación. Asimismo, sugirió que la Telesecundaria de Nueva Creación de Paseo Real, otra de las obras en las que Olvera Tavera tuvo un papel crucial como regidor, también lleve su nombre en honor a su esfuerzo por el bienestar de la comunidad.

l cortejo fúnebre comenzó en el Velatorio DIF, avanzando por el bulevar Allende y pasando por el Salón de los Ejidatarios, para finalmente llegar a la explanada de la Presidencia Municipal, donde se llevó a cabo el último adiós.

Adrián Olvera Tavera inició su carrera política como regidor en el Ayuntamiento de Altamira en el periodo 1999-2001, durante la administración del alcalde Sergio Carrillo Estrada. Su incansable trabajo y compromiso por el progreso de la ciudad lo llevaron a repetir el cargo en el período 2021-2024, bajo la administración del actual alcalde Armando Martínez Manríquez.

Entre sus principales logros destaca la construcción del cenizario, ubicado a un costado del panteón municipal, y la creación de la Cápsula del Tiempo, un proyecto que reflejaba su visión de futuro y su deseo de dejar un legado para las futuras generaciones de altamirenses.