El fantasma de la sequía vuelve a acechar al norte del estado. Raúl Quiroga Álvarez, secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social, lanzó una cruda advertencia: los 10 municipios que se abastecen de las presas internacionales “La Amistad” y “Falcón” están oficialmente en “rojo”.

Este semáforo no es decorativo: significa restricciones severas y un llamado urgente a que los organismos operadores hagan un uso extremadamente eficiente del vital líquido.

“La situación es crítica y debemos sortearla con cuidado”, alertó.

Aunque para consumo doméstico urbano el suministro alcanzará hasta el final del año hidráulico —que concluye en septiembre—, la realidad para otros sectores es preocupante.

La producción agrícola y la industria, pilares económicos de la región, enfrentan serias limitaciones de agua, lo que podría afectar tanto el abasto alimentario como el empleo.

La esperanza está puesta en agosto, el mes más lluvioso del año, que podría salvar las presas y evitar un colapso mayor.

“Confiamos en que la naturaleza nos dé un respiro”, dijo Quiroga Álvarez.

Mientras tanto, la recomendación es clara: cada gota cuenta… y no sobra ni una.