Ni veladores, ni alarmas, ni patrullajes y ni siquiera la vigilancia de los propios residentes han evitado que los fraccionamientos de esta capital se hayan convertido en las nuevas zonas “favoritas” de los ladrones.

Las denuncias hasta ahora se han concentrado en las áreas colindantes con la vía pública, de acuerdo a la queja del señor Armando Cáceres, del fraccionamiento San Luisito.

“Se llevan bicicletas, motocicletas y hasta desmanelan automóviles; los residentes pedimos mayor vigilancia porque ya es normal que por lo menos alguna casa sea atracada”, denunció.

En el mismo sentido, habitantes de Hacienda del Bosque y las Misiones exigieron que la policía cumpla los rondines “porque ni a los veladores respetan”..

Los afectados demandaron atención, porque los ladrones no perdonan nada. “Rompen candados, se brincan barcas y destruyen puertas para entrar a las viviendas”, apuntan, al resaltar que las invasiones a las casas se registran usualmente en la madrugada.

Por esta situación los afectados estudian cómo organizarse para formar un equipo de vecinos vigilantes y operar cámaras de vigilancia para evitar robos, anticipó otro de los residentes que ha sufrido ese tipo de ilícitos.