A tres días de la elección judicial en México, el uso de “acordeones” como herramientas de orientación al voto en Tamaulipas ha encendido un debate sobre los límites entre pedagogía política y manipulación electoral.
Aunque no se han presentado denuncias formales ante las autoridades, integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) denunciaron de forma anónima haber sido convocados a reuniones donde recibieron instrucciones para votar por perfiles ligados a Morena.
Según testimonios del magisterio, los “acordeones” contienen nombres, cargos, ubicación en la boleta y hasta una guía visual para emitir el voto en favor de candidatos específicos, como Jonathan Nava Guzmán y Clara Mujica, aspirantes a cargos clave en el Poder Judicial Federal.
“Nos están pidiendo movilizar el voto a través de estos documentos, con la indicación de seguir la línea marcada por el sindicato”, comentó un docente que pidió reservar su identidad por temor a represalias.
Los materiales han sido repartidos en sectores sociales estratégicos bajo el argumento de informar, pero especialistas advierten que la práctica podría vulnerar los principios de equidad en la contienda y constituir una forma encubierta de coacción.
Además, el uso masivo de estos impresos podría ser considerado gasto de campaña, lo cual implicaría una revisión por parte de la autoridad electoral, al tener un impacto directo en el financiamiento permitido.
Mientras tanto, la distribución de “acordeones” abre una discusión mayor: ¿dónde termina la orientación ciudadana y dónde comienza la manipulación política?
El Instituto Nacional Electoral y los órganos jurisdiccionales tendrán que definir con claridad si este tipo de prácticas abonan a la democracia participativa o socavan su legitimidad.