Victoria, Tamaulipas.– Ante el notable déficit en infraestructura educativa, especialmente en las zonas rurales, la diputada local, Blanca Anzaldúa, hizo un llamado a redireccionar el presupuesto federal y enfocar los esfuerzos en mejorar las condiciones básicas de escuelas que actualmente operan en estado crítico.

En entrevista, la legisladora detalló que muchas instituciones ubicadas en comunidades del altiplano carecen de servicios esenciales como agua potable o instalaciones sanitarias funcionales.

“Hay aulas que literalmente se caen con las primeras lluvias o rachas de viento, porque fueron construidas con materiales precarios por los propios pobladores”, lamentó.

Además, señaló que el abandono durante las vacaciones escolares ha propiciado el robo de equipo y cableado eléctrico, afectando incluso a planteles que recientemente habían logrado adquirir aires acondicionados.

La diputada reconoció el esfuerzo que hacen los comités de padres de familia en las zonas urbanas para solventar algunas carencias, pero subrayó que en las zonas rurales “la necesidad es mucho mayor”.

Añadió que una de las propuestas que impulsará para el próximo ejercicio fiscal es un exhorto al gobierno federal, para que los recursos destinados a educación sean distribuidos con base en los criterios establecidos por organismos internacionales.

“No pedimos más que lo justo; que se le asigne al sector educativo lo que le corresponde, y que se atienda con urgencia a nuestras escuelas rurales, donde los niños ni siquiera tienen a dónde ir al baño o acceso a agua potable”, enfatizó.

Reconoció el apoyo que brindan actualmente los sistemas DIF estatal y municipales con la entrega de alimentos escolares, lo cual, dijo, ha sido clave para que los niños permanezcan en clase.

Sin embargo, insistió en que la prioridad ahora debe ser la infraestructura.

“Prometo hacer un estudio a fondo, con datos concretos, y compartirlo pronto para respaldar esta exigencia”, concluyó.