El sistema educativo federal y estatal reactivó la investigación e identificación de instituciones de educación superior “patito” en Tamaulipas para su posterior cancelación, tarea en donde el primer plantel detectado de ese tipo es la Universidad del Norte de Tamaulipas, cuyo propietario es el político Francisco Chavira Martínez.
En ese contexto, la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET) y la de Educación Pública federal, analizan presuntas irregularidades de esa universidad, que la ponen en la antesala de ver anulado el reconocimiento de validez oficial de la misma.
Lo anterior se desprende de lo señalado en la edición de ayer miércoles en el Periódico Oficial del Estado, que publica un edicto para notificar del procedimiento al propio dueño de la escuela, en su calidad de representante legal del Instituto de Excelencia Educativa, que incluye a la UNT.
Con la firma de la secretaria de Educación estatal, Lucía Aimé Castillo Pastor, se da a conocer a Francisco Chavira que se elaboraron actas de visita de inspección ordinaria y extraordinaria, el 16 de febrero y 26 de febrero de este año, al representante del Instituto mencionado. Todo por indicaciones del Subsecretario de Educación Media Superior y Superior de la SEP, Guadalupe Acosta Villarreal.
El precedente es no haber atendido los requerimientos sobre documentación relativa a la infraestructura física de sus campus a través de los medios electrónicos registrados para su institución, en donde se indica el dictamen de seguridad estructural; el de seguridad y riesgo; licencia de uso de suelo; certificado del Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa (ITIFE), y programa interno de Protección Civil, a lo que se agrega un cambio de sede no notificado.
La SET en consecuencia impuso un plazo de 10 días hábiles a Chavira Martínez para presentar la documentación requerida.
El dueño de la UNT ha sido candidato a diversos puestos electorales bajo las siglas de varios partidos, en donde nunca ha logrado ganar.