La escasez de medicamentos diversos incluidos los más básicos para la atención de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, además de otros que son de uso diario para quienes padecen otras enfermedades, son ya cotidianos en las farmacias de la clínica del ISSSTE en esta capital.

Ante la inconformidad de los derechohabientes por las fallas en el suministro de medicinas, los empleados que atienden la farmacia han optado por exhibir una lista de las medicinas que no les son abastecidas:

“Esta semana fueron casi 80 medicamentos que no llegaron diclofenaco, idrometacina, galatamina, dicloxacilina, amplicilina, lidocaína, entre muchos otros, uno entiende la molestia de las personas, pero el suministro que cada martes nos llega tiene muchos faltantes, hay enojo porque la gente tiene que comprar sus medicinas pero nosotros solo les damos lo que nos llega”.

Al compartir lo anterior, un trabajador de la farmacia, bajo la reserva de su nombre asegura que ellos hacen la solicitud del medicamento en tiempo y forma pero desafortunadamente a nivel central es donde se decide el suministro.

Por su parte el señor Juan López Martínez, quien comparte que él siempre llega apenas amanece para ser de los primeros:

“Pero por desgracia no siempre tengo suerte, las medicinas para la diabetes a veces no llegan ni las de la alta presión, ya ni me enojo mejor las compro porque de ellas depende mi bienestar”.

Lo que lamenta es que, hasta las dos de la tarde, después de medio día de fila. Los encargados de la farmacia les comunican si llego su medicamento:

“Muchas horas esperando para que salgan que no llego la medicina, si da coraje, hay gente que les reclama porque nos siempre se tiene dinero para comprarla, pero ni a quien reclamar así que yo siempre hago mi guardadito para adquirir lo que necesito”.

Pero hay quienes la pasan peor, pues parte de las medicinas que se requieren para tratar enfermedades como el parkinson, el ISSSTE no las maneja:

“Yo solo vengo por la mitad de mi tratamiento que es el pramipexol porque el akineton que es el complemento tiene años que dejaron de surtirlo, es difícil adquirirlo porque la caja para quince días cuesta 280 pesos, por mes me gasto más de 500 pesos, por eso no me pesa venir a hacer fila para que me den el que si les llega”.