La activista magisterial Reyna Campuzano Salinas cuestionó la falta de transparencia del Sistema de Ahorro para el Retiro de los Trabajadores de la Educación de Tamaulipas (SARTET), al señalar que ha dejado de ser una garantía para el futuro de los docentes y se ha convertido en una “caja negra institucional” utilizada para fines ajenos a los intereses de los ahorradores.

De acuerdo con la denunciante, el principal problema del SARTET es la opacidad absoluta en el manejo de sus finanzas. Afirmó que las auditorías publicadas en el portal oficial son insuficientes, con apenas un par de páginas sin información detallada, mientras que los estados financieros se encuentran desactualizados y no reflejan el valor real de los bienes ni el rendimiento efectivo de las inversiones, estimadas en más de 300 millones de pesos a corto y largo plazo.

Campuzano Salinas sostuvo que esta falta de claridad no es un error administrativo, sino un diseño institucional para evitar el escrutinio público sobre el uso de los recursos de los trabajadores.

Añadió que existe la percepción de que los ahorros, que deberían ser intocables, son manejados de manera discrecional para beneficiar a un grupo de poder, incluso con posibles fines políticos, electorales o sindicales.

La activista también denunció que el acceso a los propios ahorros se condiciona, convirtiendo un derecho laboral en un favor, lo que genera lealtades políticas y obliga a los trabajadores a gestionar sus recursos ante figuras específicas del sistema.

Señaló además la presunta complicidad de funcionarios ligados a la Sección 30 del SNTE, quienes ocuparían cargos tanto sindicales como dentro del propio SARTET.

En ese contexto, subrayó que la promesa de investigar el manejo de los recursos del SARTET no se ha cumplido, lo que, dijo, evidenciaría intereses para evitar revisar gestiones pasadas. “La lealtad al grupo está por encima de la lealtad a los agremiados”, afirmó.