Unos dos mil migrantes se lanzaron al Río Bravo para llegar a Estados Unidos en su desesperación por no existir respuesta del programa CBP One.
Desde la tarde, venezolanos y haitianos, en su mayoría, se han sumergido en las aguas heladas del Bravo para alcanzar territorio estadounidense y entregarse a las autoridades de ese país.
Previo a la temporada decembrina los cruces masivos se habían reducido, con mayor presencia en las noches, sin embargo, la cercanía con el cierre de año, ha incrementado la desesperación de los migrantes y los ha orillado a lanzarse al río.
“Hemos pasado muchas cosas malas, en verdad ya estamos cansados de esperar la cita”, dijo entre sollozos Layda González, quién tiene dos meses y medio junto a su familia en territorio mexicano, buscando respuesta del CBP One, han sufrido discriminación, maltrato, robo y hasta intento de secuestro, sin que las autoridades intervengan.
Es posible que con la llegada de las fiestas decembrinas siga el flujo por el río, ya que las familias buscan reunirse con sus parientes que ya radican en EUA.