El campo tamaulipeco atraviesa su momento más crítico en años. Agricultores denuncian que la entrada masiva de granos extranjeros, subsidiados por sus países de origen, está llevando al límite la supervivencia de sus cultivos.
La diputada panista Marina Ramírez Andrade advirtió que esta competencia desleal ha golpeado fuertemente a los productores locales, quienes deben afrontar costos de producción crecientes mientras los precios de venta caen sin freno. La consecuencia, afirmó, es el abandono progresivo de tierras productivas.
En municipios como San Fernando y Jiménez, más de 200 mil hectáreas permanecen sin sembrar, una cifra que aumenta cada temporada y evidencia la erosión constante de la agricultura regional. Ramírez Andrade señaló que la eliminación de esquemas de agricultura por contrato y la desaparición de cláusulas que obligaban a la industria nacional a adquirir granos mexicanos dejaron al campo sin protección frente al mercado internacional.
“Lo que vemos hoy es desesperación; los precios están matando a nuestros agricultores,” lamentó la legisladora, subrayando la urgencia de actuar.
Ramírez Andrade urgió al Gobierno federal y a las autoridades locales a implementar medidas inmediatas para frenar el deterioro del sector agrícola y proteger a miles de productores que enfrentan una amenaza directa por la competencia extranjera y la falta de apoyos.