Con el reemplazo de la vacuna Abdala por las de los laboratorios Moderna y Pfizer, autoridades del sector salud confían en que la población muestre una mejor respuesta a la inmunización contra COVID-19, la cual forma parte de la campaña invernal iniciada el pasado 13 de octubre y que permanecerá vigente hasta marzo de 2026.

Jesús Manuel Zárate Torres, director de Atención a Infantes y Adolescentes de la Secretaría de Salud, explicó que ambas vacunas están actualizadas conforme a las recomendaciones internacionales y a las cepas más recientes del virus.

“Este año no tenemos vacuna Abdala. Las dos que se han adquirido son Moderna y Pfizer y esperamos una buena respuesta porque son vacunas muy conocidas y con las que ya se tiene experiencia”, indicó.

El funcionario precisó que la vacuna Moderna está dirigida a personas mayores de seis meses que no cuenten con ninguna dosis previa de COVID-19, con lo que se completa su esquema primario, además de aplicarse como refuerzo anual a los adultos mayores de 60 años. En el caso de la vacuna Pfizer, está autorizada para personas de 12 a 59 años.

Zárate Torres explicó que estos biológicos deben aplicarse antes de que finalice el año, ya que una vez descongelados por la Federación para su envío a los estados, tienen un periodo limitado de vida útil.

“Las dos vacunas requieren ultracongelación y, una vez que se descongelan, deben aplicarse en un plazo de 60 días. Actualmente ya recibimos una remesa de seis mil dosis de Moderna y 588 de Pfizer”, detalló.

Dentro de la campaña invernal de vacunación también se incluyen las inmunizaciones contra influenza y neumococo. La meta establecida por la Secretaría de Salud para la población sin seguridad social es de 370,782 dosis de influenza, 106,964 de COVID-19 y 123,913 de neumococo para personas mayores de 60 años, además de 39,580 dosis destinadas a niños menores de dos años.

Al primer corte, se habían aplicado 4,700 dosis de influenza, 3,760 de neumococo y 3,280 de COVID-19.

Zárate Torres subrayó la importancia de que la población acuda en los primeros meses de la campaña a los módulos y brigadas de vacunación para generar anticuerpos antes de que aumente la circulación de virus respiratorios.

“La vacunación temprana permite que, cuando la población esté expuesta a los virus de temporada, ya cuente con anticuerpos y tenga menor riesgo de complicaciones o de requerir hospitalización”, concluyó.