En Tamaulipas, las mujeres que sean declaradas culpables de un delito podrían cumplir su condena en arresto domiciliario, siempre que sean jefas de familia.
Así lo establece una reforma al artículo 108 Bis del Código Penal estatal, aprobada por mayoría en el Congreso local con el respaldo de legisladores de Morena y partidos aliados.
La propuesta, impulsada por la diputada Lucero Deosdady Martínez López, plantea que esta medida tiene como objetivo reducir los daños colaterales que la reclusión provoca en los hijos e hijas de las mujeres privadas de la libertad, así como en su núcleo familiar.
El dictamen advierte que la cárcel genera un impacto desproporcionado cuando la persona sentenciada es una mujer madre de familia, especialmente si es soltera.
En esos casos, los menores pueden terminar viviendo dentro del penal, ser separados de sus hermanos, trasladados con familiares lejanos, institucionalizados o incluso quedarse sin un hogar estable.
“Mientras que en el caso de los hombres encarcelados las mujeres suelen asumir la responsabilidad del hogar, cuando una madre va a prisión su familia queda más expuesta a la desintegración y a la vulnerabilidad social”, señala el documento aprobado.
Actualmente, en el Estado hay 188 mujeres procesadas o sentenciadas por delitos del fuero común.
La reforma pretende que este grupo tenga una alternativa a la prisión, tomando en cuenta que muchas de ellas no cuentan con recursos para pagar multas o cumplir otras medidas alternativas debido a la pobreza o a las exigencias de sus trabajos y obligaciones de cuidado.
La legisladora enfatizó que esta modificación responde a un enfoque de género y busca atender problemáticas como la violencia, la desigualdad, la falta de acceso a salud y educación, que afectan de forma particular a las mujeres jefas de hogar.