Portación ilegal de armas de uso exclusivo del Ejército y violación son los principales delitos por los que actualmente entre 15 y 20 adolescentes se encuentran internados en el Centro Regional de Ejecución de Medidas para Adolescentes, ubicado en el municipio de Güémez.

Aunque los casos son graves, la directora estatal de Ejecución de Medidas para Adolescentes, Maribel Leticia García Barrientos, aseguró que la cifra de menores atendidos se ha mantenido estable en los últimos años.

“No se ha incrementado el número de internamientos y estamos trabajando para evitar la reincidencia”, afirmó.

Los adolescentes provienen de municipios como Reynosa, Matamoros, Altamira y Nuevo Laredo. De ellos, sólo ocho están bajo una medida de tratamiento dictada por un juez; el resto permanece en medida cautelar con una duración que va de cinco a seis meses.

Aunque la edad mínima para ingresar al centro es de 14 años, García Barrientos explicó que quienes cumplen la mayoría de edad deben permanecer en el centro hasta concluir con su proceso.

Si bien ninguno de los jóvenes tiene familiares con antecedentes penales, la funcionaria subrayó que el entorno familiar ha sido un factor determinante en su conducta.

“Principalmente es la familia. Tenemos que decirlo: la desintegración familiar y también como sociedad tenemos responsabilidad, porque los etiquetamos. Pero son casos únicos y, como les digo, por lo general es por portación o porque andaban en la delincuencia, y ahora se les está dando una nueva oportunidad”, expresó.

Como parte del proceso de reinserción social, trasciende que a cada menor se le diseña un plan integral que incluye atención psicológica, pedagógica, médica y de trabajo social. Además, se les brinda la posibilidad de continuar sus estudios.

“Se está trabajando con talleres y en escuelas. Ahorita por ejemplo estamos por entregar certificados a cinco adolescentes de preparatoria, uno de secundaria y otro de primaria”, detalló.

El personal que ejecuta estos planes ha sido capacitado por el Ministerio de Justicia de Canadá, y también es el encargado de dar seguimiento a los adolescentes una vez que egresan, con el fin de prevenir la reincidencia.

Para prevenir que los niños y adolescentes se ve han involucradas en actividades delictivas o situaciones que les pongan en riesgo, García Barrientos hizo un llamado a madres y padres de familia a involucrarse más en la vida de sus hijos.

“”El llamado es a que hablen con ellos, que los escuchen, que les dediquen tiempo y que convivan. La comunicación es fundamental”, concluyó.