Para eliminar los puntos ciegos y fortalecer la red de seguridad en la zona urbana de Ciudad Victoria, este año se contempla la instalación de aproximadamente 150 nuevas cámaras de videovigilancia, que se sumarán a las 700 ya existentes. Con ello, la región centro del estado contará con un total cercano a 850 dispositivos conectados al C-5.

El secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Willy Zúñiga Castillo, explicó que los equipos estarán ubicados en sitios estratégicos, incluyendo establecimientos comerciales.

“Tuvimos una reunión en fecha recientes con los integrantes de la Canaco, les presentamos un esquema inicial de cómo está conformada toda la tecnología de videocámaras que tenemos en Ciudad Victoria y en la región centro y escuchamos en coordinación con la Guardia Estatal las necesidades del sector empresarial y algunos esquemas de seguridad; aquí (Victoria) queremos instalar 100 o 150 que se sumarán a las 700 ya existentes”, describió.

Agregó que algunas gasolineras han mostrado disposición para enlazarse al sistema y proponer áreas de instalación, lo que hace de este esquema un esfuerzo bilateral. Destacó además que la aplicación del programa no representará un gasto extraordinario para las empresas, ya que el Gobierno del Estado, a través del Secretariado, se encarga de las interconexiones y la asesoría técnica.

Respecto a la efectividad de la red de videovigilancia, Zúñiga Castillo precisó que alrededor del 95% de las intervenciones de la Guardia Estatal y la Guardia Nacional se derivan de reportes telefónicos, mientras que el resto se derive de testigos de investigación, por lo que el material que proporcionan las cámaras resulta fundamental no solo para esclarecer hechos, sino también para determinar responsabilidades y establecer modus operandi.

En cuanto a la posible reactivación de las torres de pánico, señaló que no es una propuesta descartada, aunque no está contemplada en el proyecto actual. Explicó que, en caso de retomarse, sería necesario desarrollar un proceso de información a la ciudadanía sobre su utilidad y la forma de interactuar con estos equipos, tal como ocurre en la Ciudad de México y en otros estados donde ya existe una cultura de uso establecida.