Victoria, Tamaulipas.– Una serie de inconformidades surgieron en el sector salud del Estado, luego de que jefes de servicio en hospitales de Tamaulipas dejaran de recibir la compensación mensual que hasta ahora percibían por mantenerse disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana.

De acuerdo con una denuncia recibida a esta redacción, desde principios de este mes, la Secretaría de Salud instruyó a los directivos de unidades hospitalarias para suspender dicho beneficio económico, el cual funcionaba como incentivo ante la carga de trabajo y la falta de condiciones laborales adecuadas.

“Este bono representaba un reconocimiento mínimo para personal altamente capacitado, que no cuenta con nombramientos formales, códigos de función ni estabilidad laboral”, detalla la denuncia, en la que se acusa que muchos de estos trabajadores cobran como administrativos, pese a desempeñar tareas de dirección médica.

La medida, afirman, contradice los anuncios hechos anteriormente por la autoridad estatal, que prometió que los cambios en el modelo de atención bajo el esquema IMSS-Bienestar no afectarían al personal estatal.

Sin embargo, denuncian que las condiciones se igualaron para todos, sin mejorar la situación de los trabajadores que continúan dependiendo directamente de la Secretaría de Salud.

La denuncia también plantea cuestionamientos sobre el destino de los recursos retirados, que presuntamente estaban presupuestados para todo el año.

“¿A dónde fue a parar ese dinero que ahora ya no se paga? No hay insumos ni medicamentos nuevos en los hospitales, que desde el cambio al IMSS-Bienestar han sido abandonados por la Secretaría”, reclaman.

Recuerdan que durante periodos electorales, las compensaciones fueron utilizadas como herramienta de presión política, exigiendo la participación del personal de salud en mítines y labores proselitistas bajo amenaza de retirarles el beneficio económico.

La eliminación de este incentivo podría provocar que muchos jefes de área renuncien a sus cargos, pues sus ingresos quedarían reducidos a sueldos base que, en algunos casos, rondan los seis mil pesos mensuales.

“¿Quién va a querer seguir resolviendo emergencias a medianoche o asumir responsabilidades sin respaldo ni compensación?”, cuestionan.

Señalan que hospitales podrían operar sin jefaturas médicas o, en el peor de los casos, bajo improvisadas rotaciones por turno.