A unos días de la celebración del Día de Muertos, el ejido La Libertad, en Ciudad Victoria, ha registrado un notable incremento de visitantes atraídos por los coloridos paisajes cubiertos de flor de cempasúchil, que se han convertido en una tradición local.

Francisco Javier Estrada Ruiz, habitante y productor del ejido, comentó que la siembra de esta flor se ha consolidado como una costumbre que cada año atrae a más personas.

“Viene mucha gente, algunas veces a comprar y otras a tomarse la foto, pero ya se hizo una tradición”, expresó.

En su parcela, Estrada Ruiz sembró una hectárea y media de cempasúchil, así como una pequeña superficie con flor mano de león, ambas destinadas a la venta local y a compradores que llegan de otros lugares.

“Aquí viene gente de fuera a comprar. Es una inversión fuerte lo que hacemos, a veces uno tiene miedo, pero hay que echarle ganas”, señaló.

Tanto la flor de cempasúchil como la de mano de león son elementos importantes en las ofrendas, ya que no sólo sirven como adorno, sino que se consideran piezas clave para representar la vida y la muerte.

Aunque la siembra de flor de cempasúchil es una actividad relativamente reciente, el ejido La Libertad se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan mantener viva la tradición del Día de Muertos.