En Tamaulipas, 350 personas han perdido la vida en lo que va del 2025 a consecuencia de accidentes de tránsito, confirmó la Secretaría de Salud estatal. A nivel nacional, los siniestros viales provocan alrededor de 15 mil defunciones cada año, lo que refleja la magnitud del problema y su impacto en la salud pública.

De acuerdo con Rembrandt Reyes Nájera, director de Prevención y Promoción de la Salud, los municipios con mayor número de muertes por hechos viales son Reynosa (137), Ciudad Victoria (94), Tampico (65), Nuevo Laredo (60) y Matamoros (43).

Las víctimas mortales se concentran principalmente entre los 20 y 60 años, un rango que incluye a quienes utilizan motocicletas como herramienta de trabajo, especialmente repartidores.

“La mayor parte está en adulto joven o en adolescentes que empiezan a manejar”, explicó.

Como parte de las acciones para reducir la siniestralidad, este martes inició un curso–taller para formar auditores de seguridad vial, impartido por el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra).

“Hoy iniciamos un curso taller para formar auditores de seguridad vial; participa personal de la Secretaría de Salud, tránsito municipal y estatal, Seduma, Protección Civil y áreas vinculadas a educación y seguridad vial”, indicó.

El entrenamiento busca capacitar a personal de distintas instituciones para identificar puntos de riesgo, determinar si los accidentes están relacionados con fallas de infraestructura, factores humanos o falta de regulación, y establecer recomendaciones que permitan disminuir la incidencia. El taller tendrá una duración de cinco días, con actividades teóricas y prácticas en zonas catalogadas como críticas.

El funcionario estatal subrayó la importancia de reforzar la prevención por el impacto que estos sucesos generan.

“Los accidentes contribuyen de manera importante a las tasas de mortalidad; no solo por las defunciones, sino por las lesiones y discapacidades que ocasionan”, señaló.

Destacó que la mayoría de los accidentes de tránsito son prevenibles y pueden reducirse significativamente con medidas básicas como el respetar los señalamientos de vialidad, usar cinturón, portar casco (motociclistas), evitar el celular al conducir y no manejar bajo los efectos del alcohol. Subrayó que estas acciones, aunque simples, representan la diferencia entre un incidente menor y una tragedia, por lo que llamó a reforzar la corresponsabilidad entre autoridades y ciudadanía para disminuir la siniestralidad.