Decenas de líderes del mundo, incluido el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, llegaron ayer a Washington para participar en una cumbre de la OTAN que debería confirmar el apoyo de los aliados a su país en guerra; sin embargo, la reunión de alto nivel, celebrada del 9 al 11 de julio, se ve empañada por la incertidumbre política en Estados Unidos.

El presidente estadunidense Joe Biden, de 81 años, intentará aprovechar los tres días de cumbre que marcan el 75º aniversario de la OTAN para tranquilizar a sus aliados sobre su liderazgo en EU y su capacidad de gobernar pese a la presión para que abandone la lucha por un segundo mandato.

En este sentido, el canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que “no está preocupado” por la salud de Biden.

Y es que la alianza de 32 naciones observa con nerviosismo un posible regreso de Trump a la Casa Blanca si gana las elecciones de noviembre.

Durante la campaña electoral, el magnate ha amenazado con hacer pedazos el principio de autodefensa mutua que ha apuntalado a la OTAN desde su fundación tras la Segunda Guerra Mundial.

Aunque parte de la agenda se vio empañada por el tema de la sucesión presidencial, la guerra en Ucrania fue el tema principal para los representantes de los Estados parte de la OTAN, y algunos invitados, como Japón, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur.

(Vladimir) Putin quiere nada menos, nada menos, que la subyugación total de Ucrania… y borrar a Ucrania del mapa. Ucrania puede y detendrá a Putin”, dijo Joe Biden en un airado discurso.

Los líderes de la OTAN esperan acordar la ayuda financiera de 40 mil millones de euros anuales para Ucrania propuesta por el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, que confía en que esta cifra sea la referencia “mínima” para un apoyo que quiere que se revise y se amplíe de forma anual.

Stoltenberg en la rueda de prensa rebajó notablemente su aspiración inicial de establecer un paquete de ayuda plurianual de 100 mil millones para garantizar el respaldo robusto y a largo plazo a Ucrania.

Un tema sensible es que Estados Unidos y Alemania no quieren invitar a Ucrania a adherirse a la OTAN porque temen que eso suponga entrar en guerra contra Rusia.

Sin embargo, Zelenski consiguió la promesa de más sistemas avanzados de defensa aérea Patriot adicionales que pide desde hace meses para evitar los ataques rusos.

La vulnerabilidad de su país devastado por la guerra a los misiles de Moscú quedó cruelmente expuesta con un ataque el lunes a un hospital infantil en Kiev.

Estamos luchando por más sistemas de defensa aérea para Ucrania y estoy seguro de que lo lograremos”, dijo Zelenski después de aterrizar en Washington.

Instamos a que Estados Unidos y Europa tomen medidas decisivas, acciones que fortalezcan a nuestros guerreros”, añadió.

Por su parte, Kremlin afirma seguir la cumbre “con la mayor atención”, al tiempo que el presidente ruso, Vladimir Putin, recibe en su país al primer ministro de India, Narendra Modi en visita oficial.

Aunque la OTAN considera a Rusia como su principal amenaza, también presta atención al desafío de China, a la que acusa de desempeñar un papel clave para mantener el esfuerzo bélico de Putin suministrando tecnología al ejército del Kremlin.

Por ello, aunque no hay pruebas de que China esté suministrando armamento a Rusia, una fuente cercana a la reunión de la OTAN en Washington, afirmó que China será “el elefante en la habitación”.

LA CUMBRE A DETALLE
Cada uno de los líderes de la OTAN carga con sus propias agendas y preocupaciones; en el caso de Canadá, las presiones son contra su primer ministro, Justin Trudeau, a quien le exigen llegar al gasto mínimo de 2% de su PIB en presupuesto militar; apenas alcanza el 1.3%.
El presidente francés, Emmanuel Macron, lucha por formar gobierno después de elecciones legislativas.
El nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, hace su primera salida internacional.
El premier húngaro, Viktor Orbán, llega tras haber mantenido una polémica reunión con Vladimir Putin.
Con información de AFP, DPA y Reuters.