El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva este lunes 20 de enero, posponiendo por 75 días la aplicación de la ley que prohíbe el uso de TikTok en Estados Unidos. Esta ley, firmada por el expresidente Joe Biden en abril, exige la venta de la plataforma china a un propietario no chino.

Trump argumentó que se necesita más tiempo para evaluar la situación y proteger la seguridad nacional sin eliminar la popular plataforma, que cuenta con 170 millones de usuarios estadounidenses.

La ley, aprobada por el Congreso con amplio apoyo bipartidista, impone sanciones a las tiendas de aplicaciones y proveedores que continúen trabajando con TikTok, y exige su venta debido a preocupaciones sobre la recopilación de datos por parte del gobierno chino.

El fin de semana, TikTok fue retirada de las tiendas de aplicaciones, pero volvió a estar disponible después del anuncio de Trump. Sin embargo, no está disponible para nuevos usuarios.

Trump también sugirió que si se llegara a un acuerdo para la venta de TikTok, Estados Unidos debería recibir “la mitad de TikTok”, planteando una visión más favorable hacia la plataforma en comparación con su postura durante su primer mandato.

Este giro refleja una mayor valoración de la influencia cultural de la aplicación, que ha sido fundamental para jóvenes, creadores de contenido y pequeñas empresas.

El retraso en la implementación de la ley y los desafíos legales que enfrenta la decisión presidencial han reavivado el debate sobre el poder ejecutivo y la autoridad del presidente para modificar o suspender leyes federales, así como las implicaciones sobre la libertad de expresión y los derechos de las empresas afectadas.