En Albuquerque, la sequía causó que un tramo del Río Grande, se quedará totalmente seco, esta es la primera vez que pasa en cuatro décadas. El agua desapareció y con ella el hábitat del pez carpa chamizal, especie en peligro de extinción.
Expertos advirtieron que la resequedad del Río Grande, es un indicio de que el suministro de agua será cada vez más frágil, siendo así insuficiente la actual medida de conservación para el pez carpa chamizal.
Varios biólogos intentaron ir al río y salvar a los peces que tal vez lograran sobrevivir, pero el calor y la falta de agua impidieron que lo hicieran. La sequía en Albuquerque rebasa las herramientas desarrolladas para combatir la falta de agua por el momento.
Además de estar preocupados por el hecho de que tal vez los peces que viven en el río y están en peligro de extinción terminen muriendo en su totalidad a causa de que el río se seca cada vez más.